MONSTRUOS EN EL RÍO

El 'fósil viviente' y depredador más peligroso que habita en el Río Bravo

El imponente y atemorizante pez, comparado con un caimán, es un trofeo bastante codiciado por los pescadores de Nuevo Laredo, pues su carne es muy sabrosa

Catán, Atractosteus spatula
Catán, Atractosteus spatulaCréditos: Especial
Escrito en NUEVO LAREDO el

Un depredador voraz, capaz de adaptarse a cualquier ambiente, el catán, Atractosteus spatula, es pez de agua dulce que puede ser encontrado en las cuencas del Misisipi, en Estados Unidos, Ohio e Illinois y en los ríos Trinity y Grande en Texas, Blue Bayou, Luisiana, Blakely, Alabama, y Encofona en Florida.

En la república mexicana el catán puede ser encontrado en Río Bravo, llamado Río Grande por los estadounidenses, en Veracruz y el Golfo de México.

Que su apodo, del pez caimán, sirva de preámbulo para destacar su imponente reinado en las aguas del Río Bravo, en Nuevo Laredo,

A diferencia del resto de su especie, el catán, Atractosteus spatula, posee una doble fila de dientes que lo vuelve más atemorizante, provisto de una mordida letal y peligrosa para cualquiera que caiga entre sus mandíbulas.

El catán tiene la capacidad de adaptarse a casi cualquier ambiente y su dieta es muy variada, lo que le ayuda a alcanzar tamaños de hasta 3 metros de largo y pesos que llegan a los 90 kilogramos.

Seguramente imaginar el ataque de uno de estos ejemplares puede ser algo aterrador y doloroso solo al pensarlo, dada la disponibilidad de sus dientes, tamaño y peso.

Aunque es un depredador nato, capaz de comer peces, crustáceos, aves marinas y de otro tipo, pequeños y medianos mamiferos, podría hacer pensar que el catán es un animal de cuidado, pero este suele ser esquivo y cuidadosos de los humanos, muy rara vez este pez ha atacado a una persona.

En Nuevo Laredo, este pez es un trofeo bastante codiciado y preciado por los pescadores, quienes han atrapado bestias de hasta dos metros de largo y un gran peso.

Estos peces suelen ser prepararos en platillos bastante sabrosos para los neolaredenses, quienes saben distinguir y apreciar el sabor del catán.