La implementación de arcos de rayos X en el Puente Internacional Juárez-Lincoln ha generado inquietudes entre los usuarios, especialmente las mujeres embarazadas.
A pesar de que las autoridades han instalado carteles que informan sobre el uso de estos dispositivos, también han aclarado que existen dos carriles alternativos sin esta tecnología, situados en los extremos izquierdo y derecho del cruce. Sin embargo, se teme que optar por estos carriles podría resultar en una revisión más exhaustiva por parte de los oficiales fronterizos.
Los rayos X y las mujeres embarazadas
Los arcos de rayos instalados en el puente tienen la función de escanear de manera instantánea el interior de los vehículos, permitiendo la detección de objetos ocultos o personas escondidas en compartimentos no autorizados.
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Aunque todavía no están en pleno funcionamiento, los anuncios sugieren que su activación es inminente, lo que ha generado preocupación entre la ciudadanía.
La principal controversia gira en torno a los posibles riesgos para la salud, especialmente para mujeres embarazadas, quienes suelen tener mayores reservas al exponerse a este tipo de tecnología.
No obstante, expertos aseguran que estos portales de rayos X son de baja energía y no representan peligro alguno ni para la madre ni para el feto. El campo electromagnético que generan es comparable al de electrodomésticos comunes, lo que los hace seguros incluso con exposiciones frecuentes.
Desinformación en redes sociales
A pesar de las garantías ofrecidas, gran parte del temor proviene de la desinformación en redes sociales. En muchas ocasiones, los usuarios de plataformas como WhatsApp o Facebook tienden a creer en teorías conspirativas o exageraciones que distorsionan la realidad. Este fenómeno alimenta las preocupaciones infundadas sobre el uso de los arcos de revisión.
Por tanto, es comprensible que algunas mujeres que están esperando un bebé prefieran evitar estos dispositivos. Sin embargo, se recomienda que las decisiones se basen en información verificada y no en rumores o publicaciones dudosas, a fin de garantizar que la preocupación esté bien fundamentada.