Hoy miércoles se cumplen dos años de la sorpresiva tromba del 17 de mayo de 2021, la cual dejó pérdidas millonarias a Nuevo Laredo y se considera uno de los fenómenos más destructores a los que se hayan enfrentado esta región fronteriza.
La tromba de mayo
El 17 de mayo por la noche, en sólo 45 minutos, la ciudad quedó como si fuera un escenario de guerra. Casi la totalidad de la población se encontraba sin energía eléctrica, telefonía ni agua potable, además de los millonarios daños infraestructura urbana, negocios y casas habitación
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El estado de las calles daba un aspecto de destrucción impresionante, como si un poderoso tornado hubiera pasado por las calles de Nuevo Laredo.
La solidaridad de la comunidad se hizo patente ayudándose unos con otros, removiendo escombros, árboles y ramas ante lo que se veía como una gigantesca tarea de reconstrucción.
La tormenta fue de vientos hasta de 150 kilómetros por hora. Miles de casas resultaron con daños, más de 200 árboles de gran tamaño fueron arrancados desde la raíz, anuncios espectaculares derribados y decenas de semáforos y postes de luz quedaron en el suelo.
Una persona murió al querer atravesar con su bicicleta un puente justo cuando la tormenta azotaba con fiereza.
11 líneas de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) fueron destruídas, 14 estructuras, 141 postes y una antena de comunicación terminaron sobre el suelo, sin contar los vehículos estacionados que terminaron aplastados, árboles y anuncios panorámicos.
En menos de una hora las torrenciales lluvias inundaron 12 colonias y causaron estragos en viviendas y comercios.
Sobre el bulevar Luis Donaldo Colosio, al menos 30 postes de la CFE con cables de alta tensión fueron derribados por los vientos huracanados.
El aeropuerto internacional Quetzalcóatl y el Puente del Comercio Mundial quedaron fuera de servicio por los destrozos y la falta de electricidad.
Las poderosas rachas provocaron la volcadura de más de 20 tráileres en el libramiento Méx II, que conduce al Puente Internacional del Comercio Mundial.
La Secretaría de la Defensa Nacional tuvo que poner en marcha el Plan DN-III para ayudar a la población a la remoción de postes, escombros y árboles.
Además del Ejército, personal de la Guardia Nacional, Protección Civil, Bomberos y otras autoridades también auxiliaron a la población.
Así se vivieron esos días de la brutal tromba de Nuevo Laredo del 17 de mayo de 2021, hace dos años.