José Alfredo Cervantes estuvo en Nuevo Laredo, pero hoy en día aún se se encuentra cumpliendo su condena, pero en prisión domiciliaria en la Ciudad de México, su problema de salud hizo posible estar en su casa y no en una celda, Alfredo aún paga por el crimen qué cometió y otros que no según él.
La historia de José Alfredo se remonta a la década de 1980 donde comenzó a trabajar como policía de la ciudad de México, pero la mala decisión de agarrarse a balazos con su comandante y quitarle la vida lo llevó a perder su libertad y su tranquilidad.
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El escape de prisión de José Alfredo
Alfredo platicó en una entrevista que tras pasar varios meses por primera vez en la cárcel planeó fugarse por lo que bajó considerablemente de peso y con ayuda de su esposa lo sacó de la cárcel en una maleta de ropa, logrando estar algún tiempo prófugo hasta que lo encontraron y lo regresaron a prisión.
La primera vez que Alfredo escapó de prisión lo hizo desde el Reclusorio Norte en la Ciudad de México tras haber asesinado a balazos a su comandante de la extinta Policía Judicial, su jefe tenía 50 años y él apenas contaba con 24.
La segunda ocasión que Alfredo escapó de prisión lo hizo disfrazado y salió por la puerta de la cárcel haciéndose pasar por abogado, en aquella ocasión Alfredo duraría varios años en libertad escondiéndose en Nuevo Laredo Tamaulipas para ser encontrado a finales de la década de 1990.
Escondido en Nuevo Laredo
Alfredo Cervantes dijo que estuvo escondido en Nuevo Laredo por cinco años y tras ser encontrado fue acusado de otros delitos que según él no cometió por lo que fue recluido en varios penales de Tamaulipas durante 20 años.
En Nuevo Laredo, Alfredo se dedicó a vender artículos en la pulga sin especificar el lugar exacto pero dijo que en aquellos años le gustó para quedarse sin saber que su confianza terminaría con su libertad.
El prófugo de la ciudad de México, dijo que vivía en un fraccionamiento a las orillas de Nuevo Laredo, hasta que un día llegando a su casa vio la presencia del ejército y al entrar a su casa se dio cuenta que lo habían encontrado, dijo que las autoridades le fincaron otros delitos y fue encarcelado por dos décadas en Tamaulipas.