En Nuevo Laredo, desde hace décadas se cuentan algunas leyendas urbanas, que para muchos podrán ser sólo eso, pero otros, quienes las han vivido en carne propia se les enchina la piel sólo de recordar. En la década de los 80 y 90, personas aseguraban ver a una mujer de blanco que recorría las calles de los Kilómetros 12 y 13. Lo curioso es que la veían en Semana Santa. Hay quienes aseguran que aquella dama les pedía agua y después de caminar por unos metros su imagen se perdía.
La leyenda señala que a principios de los 90s dos hermanos que jugaban en la calle Madero, entre Matamoros y Pino Suárez frente a la escuela Plan de Ayala, era un Sábado de Gloria y pasaban las 10 de la noche, cuando por ese lugar sin pavimentar en ese entonces iba una mujer a paso lento y se les acercó a los niños para pedirles agua. Los menores sintieron miedo y se alejaron del lugar. Aseguraron que la mujer jamás levantó el rostro, sólo su voz era extraña. Aquella persona siguió su camino en dirección al kínder Rafael Tijerina y su imagen se desvaneció.
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Al entrar a la casa donde jugaban le dijeron a un hombre de la familia de ellos lo que acababa de pasar. En ese momento convivían con demás personas. Alguien escuchó lo que los niños dijeron y con una voz temerosa dijo que se trataba de una mujer que había muerto hace muchos años atrás y que en vida siempre recorría esas calles. Lo más aterrador fue cuando dijo que su rostro era cadavérico.
Por años, en aquellas décadas 80s y 90 cuando no había luz como hoy en día, las personas cercanas a la escuela Plan de Ayala decían y se referían como a la mujer de blanco del kilómetro y que en las fechas de Semana Santa salía de nuevo, aunque no sabían el motivo por el que pedía agua.
A más de 30 años de aquel suceso, hay quienes comentan en la actualidad que la han visto, incluso hasta el lamento se escucha por las noches. No se sabe más del caso, pero hay quienes aseguran que sigue buscando algo.