Durante una entrevista, César Costa recuerda a Chabelo en la Caravana Corona en Nuevo Laredo y la frontera y la participación que ellos tenían en un elenco que recorría Nuevo Laredo y la frontera de la República.
Esta caravana de artistas, bailarinas, cómicos y cantantes recorría en cuestión de horas las principales ciudades del norte de México. Esta era de las pocas ocasiones que los pobladores alejados del centro del país tenían la oportunidad de ver en vivo a sus ídolos del cine y la televisión.
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César Costa, Chabelo y la Caravana Corona
Estos eventos duraban un par de meses al año por lo desgastante que resultaba para el elenco, ya que en cuestión de horas tenían que estar presentes en varias ciudades, por lo que la logística de estos shows debía ser exacta y rápida.
La Caravana Corona se presentaba en Nuevo Laredo en la antigua Plaza de Toros, ubicada en el cruce de las Calles Bolívar y Juárez; y en el Teatro América, a un costado de la Plaza Hidalgo, lugares que se hicieron una tradición mientras estos shows ambulantes siguieron llegando a esta ciudad.
Entre estos viajantes se encontraban César Costa, que era uno de los representantes del rocanrol mexicano y Chabelo, mucho antes de que creara su programa "En Familia" y se convirtiera en un ícono de la Televisión.
Xavier López tenía su propio show donde interpretaba a Chabelo que ya era famoso por su participación en decenas de películas donde había participado. En sus minutos en el escenario interpretaba a su personaje infantil, pero también tocaba instrumentos, entre ellos el que más disfrutaba era la batería.
La hamburguesa "del otro lado"
César Costa mencionó durante varios reportajes que le sorprendía cómo el "amigo de los niños" tenía que armar y desarmar su batería hasta tres veces por día, lo que resulta muy complejo, por lo que se admiraba de su orden y profesionalismo.
Además, el rocanrolero contó una anécdota cuando estando en la frontera querían una hamburguesa "del otro lado" del Río Bravo. Chabelo también contaba con la ciudadanía estadounidense pero César no tenía visa ni pasaporte, pero a pesar de esto los dos se fueron caminando al Puente Internacional.
Estando allí, para convencer al oficial de revisión que su intención no era cruzar y ya no regresar, Chabelo sacó entre sus ropas un programa de la hora en la que tenían que presentarse en la caravana para asegurarle su retorno a México. Su argumento fue tan convincente que el policía les permitió el paso sin papeles.
Así, ellos pasaron, comieron su ansiada hamburguesa y con la panza llena regresaron a México a dar su espectáculo.
Además de esta anécdota, Costa contó otras más que tuvo con el ahora fallecido. En algunos momentos se le escuchaba la voz entrecortada a punto de soltar el llanto, ya que por el trabajo de tantos años juntos surgió una sólida amistad y lo consideraba un amigo entrañable.
De esta manera César Costa recordó con nostalgia esa etapa de su vida junto a Chabelo en la Caravana Corona que muchos habitantes de la frontera recuerdan con añoranza.