"La Marrana" fue el tren que durante décadas fue un icono en Nuevo Laredo. Fue uno de los transportes que desaparecieron durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Mientras cubría su ruta característica hacia Monterrey, Nuevo León, este convoy acumuló un historial rico y peculiar, pues fue testigo de innumerables viajes a lo largo de los años, marcando la memoria colectiva de quienes lo conocieron.
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'La Marrana'
El mote se atribuía a su práctica de hacer paradas en todos los pueblos a lo largo de su trayecto, donde los pasajeros abordaban con sus animales de granja, desde puerquitos hasta gallinas, borregos y guajolotes.
Su lento andar se debía al extenso tamaño del convoy, convirtiendo sus viajes en una experiencia que iba más allá de lo convencional.
Con salidas diarias a las 2:00 de la tarde desde Nuevo Laredo, el recorrido del tren llegaba a su destino final en Monterrey casi a la media noche.
Aunque su velocidad no lo convertía en un prodigio ferroviario, para muchos era un viaje de placer.
Antojitos en cada estación
Los pasajeros disfrutaban de la travesía, degustando los antojitos que los vendedores locales ofrecían en cada estación obligatoria como Estación Sanchez, Jarita, Huizachito, Camarón y Anáhuac, Mesa, Mojina, Naranjo, Lampazos, Candela, Bustamante, Villaldama, Brazil, Los Villarreales, Morales, Salinas Victoria y Golondrinas.
Sin embargo, su historia tuvo una repentina desaparición. Las autoridades ferroviarias y locales de la etapa neoliberal sepultó el transporte de personas por tren.
El actual gobierno está trabajando para la puesta en operación de los trenes de pasajeros en la República Mexicana, lo cual tiene entusiasmada a la comunidad.
Familiares de los trabajadores y pasajeros que viajaron en este convoy norteño esperan ansiosos por noticias del resurgimiento de este tipo de movilidad social, mientras se despliegan esfuerzos para determinar las nuevas rutas que cubran el territorio nacional.
¿Regresará?
Todos deseamos ver recorrer por las vías de nuevo al icónico tren. Este incidente marca un capítulo en blanco en la historia ferroviaria de Nuevo Laredo, recordándonos la importancia de preservar y apreciar las tradiciones que dan forma a nuestra identidad.
Por lo pronto, la incertidumbre rodea ahora a "La Marrana", el tren que, a lo largo de los años, tejió historias de encuentros y despedidas en los corazones de quienes lo conocieron.