Feligreses despiden al padre Rogelio Lozano Alcorta por los 17 años que los acompañó en este ministerio sacerdotal, además de ser su amigo, su guía espiritual, festejo al cual se unieron con el padre Jesús Medina, quien en un año y dos meses de acompañar a este párroco se ganó los corazones de la comunidad y los jóvenes por lo que ayer en la noche los despidieron con un gran festejo, tras la celebración de la misa de gracia por estos sacerdotes.
“Ahí hay comunidad, ahí se necesita un pastor, ahí necesitamos seguir sembrando la semilla del evangelio y a eso vamos a sembrar el evangelio del señor, donde no hay fronteras, donde no hay exclusividades, donde todos somos parte de esta iglesia de Nuevo Laredo”, expresó el sacerdote.
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Si bien, los feligreses extrañaran a su amigo y guía, Lozano Alcorta ha pedido recibirlo con los brazos abiertos, pues son ciclos que pasan y un sacerdote va a donde lo necesita la comunidad.
DOS BUENOS AMIGOS
“Yo les digo lo que el padre Simón me dijo cuando llegué a la comunidad; quiéranlos más que a mí, eso mismo les digo yo a la comunidad, quieranlos mucho más que a mí, a los sacerdotes que el Señor pone hoy en sus manos, son dos muy buenos amigos, que Dios los ilumine y los fortalezca para que puedan salir adelante en comunidad”, expresó.
Dijo que su partida de la catedral a la Iglesia Antonio María Claret nos lo aleja de los amigos, ya que la amistad que hizo con cada uno de los feligreses continúa, sólo que hay que aprovechar los tiempos, la labor pastoral fue muy buena, alegre y unida, sin embargo, hoy nos vamos a seguir a otra comunidad. “Catedral sigue unidad, catedral sigue trabajando, siguen los grupos, con sus compromisos, con esperanza para la comunidad”, expresó.
Finalmente, hizo una invitación a lo que será a partir de este domingo su nueva comunidad, San Antonio María Claret para que lo acompañen a su primera misa en esta iglesia a partir de las 6:00 de la tarde.