El catán es un pez de agua dulce que vive en América del Norte desde hace más de 100 000 000 años, y es conocido incluso como el pez fósil.
Este peculiar pez es buscado en la pesca por su carne y su gran tamaño, sin embargo, estos pueden dar una gran pelea pues pueden medir hasta los 3 metros y llegan a pesar más de 135 kilos.
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Por ello aquí te contamos algunos tips que puedes seguir si quieres pescar este maravilloso animal.
1.- Conocer al Catán que vas a pescar.
Los catanes comunes son aquellos que llegan a medir hasta los 2,5 metros y que pueden pesar hasta los 135 kilos. Tienen el hocico ancho y dos filas de dientes afilados.
También existen catanes comunes más pequeños, que son más narigudos y delgados.
2.- Catán a pescar
Recuerda que el catán común al tener más altura y más peso es el que más trabajo físico demanda a la hora de sacarlo fuera del agua.
3.- Busca su hábitat
El catán es más fácil de encontrar durante el verano, es decir, por los meses de julio o agosto, cuando se siente más calor.
Recuerda que los catanes gustan de aguas lentas, y acostumbran a juntarse en agujeros profundos cerca de aguas poco profundas, de donde salen para alimentarse.
Observa bien el agua, busca las grandes curvaturas en los ríos.
4.- Carnada y equipo.
Prepárate para la pesca. Ten en cuenta que los catanes pueden ser pesados, por lo que vas a necesitar un buen equipo.
Para la pesca del catán por lo regular se usa anzuelo circular grande que se une a una línea de pesca de acero. De igual manera, mucha gente utiliza anzuelo triple debido a la dificultad que presenta que el catán se enganche.
Vas a necesitar una caña de pescar de resinas, que sea robusta y resistente. Además, busca un carrete de pesca que pueda girar 140 a 180 m.
De carnada utiliza un pez pequeño. Muchas personas suelen usar carnada viva como sardinas, carpas o percas.
5.-Cansa al pez
Cuando tengas al pez, ya que son animales grandes prepárate, pues te va presentar una lucha que podría prolongarse. Tienes que cansar al animal para después traerlo hacia la orilla lentamente, esquivando cualquier tronco y otras obstrucciones.
Una vez tengas al animal, recuerda no subirlo al bote al menos que esté completamente agotado. Si planeas liberarlo ten contigo un desenganchador y guantes protectores.