Ramiro Omar tomó la última decisión de su vida, acabar con su existencia en un predio de la colonia Residencial Longoria. Eran las 10:00 de la noche del sábado 17 cuando su compañero, quien también se desempeñaba como guardia de seguridad, lo vio por última vez con vida, le dijo a Ramiro que se fuera a dormir pues al día siguiente debía laborar temprano. Momentos después se fue a una casa rodante -ubicada en el mismo predio- en la que vivía, pues quienes lo conocían lo describieron como una persona con problemas familiares, así como de consumo de alcohol y drogas.
El mismo guardia realizaba sus recorridos de vigilancia cuando cerca de las 5:00 de la mañana del domingo, vio de nuevo a Ramiro, pero esta vez suspendido de un cable que habría atado a la rama de un árbol, vistiendo su chaleco de seguridad rojo, pantalón de mezclilla, camisa blanca, tenis negros y una gorra sobre la que puso sus lentes de sol.
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Ramiro fue identificado por el gafete que aún traía entre su ropa, por lo que su supervisor avisó al hermano del fallecido, quien acudió para identificarlo ante las autoridades ministeriales.
La Secretaría de Salud, a través de los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP), la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic) y la secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental (STConsame) estiman que entre el 70 y 90 por ciento de los suicidios se asocian con la depresión, que no siempre es detectada por las personas con las que conviven. En caso de tener pensamientos depresivos o incluso suicidas, está disponible la Línea de la Vida, en el número 800 911-2000, que es totalmente gratuito.