En los dos últimos años han muerto 12 personas por secuelas del Alzheimer, padecimiento que afecta principalmente a los adultos mayores.
Según información de la Secretaría de Salud Federal, si bien los casos se dan a partir de los 60 años, con mayor prevalencia después de los 85, hay personas con Alzheimer entre los 35 y 40 años.
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El padecimiento afecta al 10% de la población mayor de 65 años y un 47% en las de 85 años. Francisco Mejía Barrientos, jefe de la Jurisdicción Sanitaria No. 5, explicó que este padecimiento ataca las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje, afectando la habilidad para recordar, razonar y comunicarse.
Las características más comunes en la persona con Alzheimer son olvidos de eventos recientes, problemas de lenguaje, alteraciones del pensamiento abstracto, desorientación, cambios en el estado de ánimo, pérdida de habilidades previamente adquiridas como manejar y llevar sus cuentas; olvido de lugares habituales, nombres de personas cercanas y cómo vestirse por sí mismas, entre otras.
En fases terminales es posible que presente dificultades al tragar, caminar, hablar e incontinencia fecal y urinaria. A unos días de celebrarse el Día Mundial del Alzheimer, el 21 de septiembre, comentó que es importante en casa poner atención a los primeros síntomas asociados a la disminución de la memoria, reciente o inmediata, cambios en la personalidad, si se llega a mostrar irritable, cambios de humor, entre otros aspectos.
“Si bien hay olvidos que tenemos todos, como olvidar un recado, las llaves, dónde dejamos los lentes, entre otros, no todo quiere decir que sea Alzheimer, las características de esta patología son distintas, por lo que es importante saber si alguien más de la familia padece o padeció esta patología”, aclaró.
Ante síntomas como dificultad para recordar eventos, en la resolución de problemas o completar tareas diarias en el hogar o el trabajo, es recomendable solicitar atención médica para llegar al diagnóstico oportuno y la intervención más adecuada, para ello, es importante acudir con el médico familiar para que sea éste quien determine la sintomatología y pueda ser derivado al neurólogo.
Finalmente se recomienda a las personas realizar actividades lúdicas, es decir, juegos de memoria, en el que la familia es la base principal para apoyar a estos pacientes, así como manualidades como pintura y artes plásticas, entre otras.