Por verse rebasados por la llegada de cientos de familias haitianas a las casas migrantes operadas por la Diócesis de Nuevo Laredo, el obispo Enrique Sánchez clama ayuda de alimento, material de higiene personal, desinfectantes, mascarillas, leche, pañales, medicina de primera mano, toallas sanitarias entre otros.
Se prepara la extensión de esta casa migrante, ubicada a un lado de la iglesia San Juan de los Lagos y pueda estar lista para albergar a más migrantes a más tardar mañana.
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Tan sólo en la Casa Migrante Nazaret se atendían cerca de 200 personas provenientes de Haití, México, Chile, El Salvador y Honduras, otra cantidad similar a la que se les permite el acceso del estacionamiento, priorizando a las mujeres y niños.
“Se juntaron los dos fenómenos, los que ya teníamos para llevarlos al Puente y que entraran a los Estados Unidos; y estos que llegaron, quienes se dieron cuenta que por Nuevo Laredo se podía entrar hacia Estados Unidos, entonces, se vinieron en grandes grupos”, comentó Sánchez Martínez.
En cuanto a la extensión de la casa migrante, mencionó que reciben el apoyo de Protección Civil, pues no pueden estar sin agua, y otros servicios; una vez abierta se podrá dar asilo a cerca de 200 personas, y en el patio se instalarán casas de campañas en las que caben entre 30 y 40 personas.
Indicó que la ayuda humanitaria es muy importante, por lo que se pide el apoyo de la comunidad para poder dar la mano a estos migrantes, que son personas que han sufrido mucho para poder llegar hasta Nuevo Laredo y poder tener la esperanza de irse a Estados Unidos en busca de una mejor vida.
Todas las personas que deseen apoyar a la Casa Migrante Nazareth pueden hacerlo directamente a sus instalaciones, ubicadas en Francisco I. Madero 350, en la colonia Viveros.