Hoy, se cumple 12 días desde que la Secretaría de Salud declaró a Nuevo Laredo en Semáforo Rojo epidemiológico, pese a que solo se tiene un internado por Covid-19 en el Hospital del IMSS; y la Unidad Covid, desde hace tres semanas se mantiene con cero ingresos a sus instalaciones.
Sin embargo, la ocupación hospitalaria de la ciudad no lo justifica, pues la disponibilidad de camas en general, con ventilador o de cuidados intensivos, tiene un amplio margen.
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En el criterio normado para declarar a un municipio o región en semáforo rojo en cuestión de pandemia, más que la cantidad de contagios se toma en cuenta la capacidad hospitalaria.
En Nuevo Laredo se cuenta con 65 camas disponibles para el tratamiento del Covid-19, de las cuales están ocupadas solo una, lo que representa el 99% de la capacidad total asignado a ese tratamiento, muy lejos de la crisis que se vivió en enero del año pasado, cuando los internamientos y muertes saturaban los servicios hospitalarios y funerarios.
De esta cifra, se encuentran internados solo un paciente en el Hospital del Seguro Social, sin intubación, estable, mientras que en la Unidad Covid-19, a cargo del Hospital General, se encuentra vacía.
“Contagios siempre va haber, en Laredo nos comentan que tiene entre 20 y 50 casos diarios, pero son síntomas leves, esperamos nosotros así seguir, tenemos prácticamente 3 semanas sin internados, si vienen a consultar al Triage Respiratorio con prueba positiva, pero los mandamos a casa con su tratamiento, ya que presentan sintomas leves”, dijo Jesús González Cepeda, director del Hospital General “Solidaridad”.