Desde las primeras horas del domingo, las diferentes parroquias de Nuevo Laredo comenzaron a recibir a los neolaredenses, quienes movidos por la fe, acudieron a la tradicional celebración del Domingo de Ramos.
Luego de dos años de restricciones sanitarias a causa de la pandemia, en esta ocasión los recintos se observaron a más capacidad de su aforo, como es el caso de la Catedral del Espíritu Santo, donde se congregaron gran número de familias para bendecir sus ramos.
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Alas 9:30 de la mañana, cientos de personas asistieron a la Catedral para bendecir sus ramos y a las 11:30 de la mañana se ofició la misa con el obispo Enrique Sánchez Martínez.
“Que este tiempo que pasamos juntos sea un espacio propicio para interiorizar en lo más importante de nuestra vida y vivir desde nuestra fe el misterio del amor que hoy celebramos en la Eucaristía”, expresó el sacerdote oficiante durante la celebración.
El Domingo de Ramos hace referencia a la tradición cristiana de la entrada de Jesucristo a Jerusalén y su aclamación como Hijo de Dios; los ramos simbolizan las ramas de palma y olivo que la multitud agitaba frente a Jesús a su entrada.