En Nuevo Laredo al menos 123 mil 974 personas de 20 años y más, tienen algún grado de obesidad o sobrepeso, según las estadísticas del INEGI.
El sobrepeso y la obesidad fueron declarados emergencia epidemiológica que ha avanzado a pasos agigantados en los últimos cuatro años, al grado que 48 mil 346 neolaredenses (17.65%) de más de 20 años tienen un diagnóstico de hipertensión.
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Mientras que 35 mil 198 (12.82%) tienen un diagnóstico y control de diabetes, aunque se estima que la cifra de personas que padecen esta enfermedad sea mucho mayor, pero no lo saben ni llevan tratamiento.
El año pasado, la Secretaría de Salud Federal colocó a Tamaulipas en el noveno lugar nacional en sobrepeso y obesidad en general, pero el sexto lugar en niños, el séptimo en adolescentes y undécimo en adultos.
CUIDADOS
En la actualidad a las personas con sobrepeso y obesidad no les interesa cuidar su peso, y los problemas de salud que implica tener kilos de más.
“En estos dos últimos años, a partir de la pandemia hemos visto muy poco interés de parte del gente por cuidar su peso, su salud”, afirmó Erick Gutiérrez Soto, responsable del programa de regresión de Obesidad y Sobrepeso en la Clínica Hospital “Agosto 12”,del Instituto de Seguridad Social y servicios a los Trabajadores del Estado.
Comentó que si bien hay demanda de la gente por adelgazar, no es en la misma proporción que antes de la pandemia ya que este mes es cuando se tenía el incremento de personas deseosas de cambiar sus hábitos por unos más sanos.
Indicó que en este proceso de la pandemia, hay pacientes que han aumentado hasta 20 kilos.
“Tener peso de más, sí afecta, lo vemos en cuestión de Covid, los pacientes con sobrepeso u obesidad se complican mucho más e incluso pierden la vida”, dijo el experto en nutrición.
EL TEMOR
Dijo que antes de la pandemia, se atendían hasta 250 personas por mes, y hoy son cerca de 90, y si a estos factores se le suma el temor de la gente de infectarse de coronavirus en un hospital, no se acercan.
“Básicamente vienen porque son referidos por sus médicos, estamos hablando que un 90 por ciento de los pacientes que atiendo es por esta causa, y el 10 por ciento lo hace por voluntad propia”, declaró Gutiérrez Soto.
Desafortunadamente, la gran mayoría de los pacientes vque vienen por que son obligados por sus médicos familiares son los que menos terminan, y el que lo hace realmente por decisión propia sí logra su meta.
Destacó que la gran mayoría de los pacientes que se atienden en el ISSSTE son adultos mayores, pero las edades en las que se consulta por nutrición está entre los 25 a los 60 años.
Uno de los factores que conlleva a estas personas que son referidas es que al dejar este monitoreo de nutrición buscan las “dietas milagrosas”, que lejos de darles un beneficio terminan afectando más su salud, cuando acudir al nutriólogo no significa que van a dejar de comer, sino aprender a comer, e incluso disfrutar de esos alimentos que ellos consideran prohibidos.