Para Cáritas de Nuevo Laredo que lleva un estudio de apoyo a las familias de escasos recursos, la pobreza en la ciudad ha aumentado, incremento que se habría registrado en el transcurso de la pandemia, y que se vio aún más afectada con las catástrofes registradas en la ciudad, como la helada del 15 de febrero y la tormenta del 25 de mayo del año pasado.
En el transcurso del 2020 y 2021, Elda Elizondo de Ramos, directora de Cáritas de Nuevo Laredo, dijo que las personas de escasos recursos que requieren apoyo en despensas, en los dos últimos años pasaron de 7 mil 500 a 11 mil, de acuerdo con los datos con que se cuentan en el Banco de Alimentos y Cáritas de Nuevo Laredo A.C.
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Comentó que estas personas son apoyadas con ayuda alimentaria y despensas, pero del total, que son 3 mil 500 que se ingresaron durante la pandemia, buscan apoyo en diversos organismos para sobrellevar su crisis económica.
Sin embargo, la marginación y la pobreza alimentaria cada año van en aumento, pues en los últimos 10 años, el padrón ha crecido considerablemente, y si bien de estos 3 mil 500 muchos fueron ayuda temporal, otros se quedaron dentro de este programa, sin contar que otros de los apoyos que se otorgan son ayuda médica, de estudios clínicos y adultos mayores que son atendidos en los diferentes centros comunitarios.
Anualmente, entre los 46 bancos de alimentos se brinda apoyo a más de un millón 700 mil personas, de estas cifras corresponden a más de 7 mil 500 neolaredenses, que viven en condición de pobreza, con ayuda semanal, quincenal o mensual.
EN TODAS PARTES
En Nuevo Laredo sí hay pobreza alimentaria, los pobres se encuentran en todas partes; aun en las sociedades más avanzadas y opulentas con tecnologías avanzadas, existen zonas de mucha pobreza en todos lo sentido.
“Por eso la atención es a los pobres, y si alguien tiene dentro de los pobres, la gente necesitada tiene algo de recursos, busca lo inmediato, lo más barato y a veces la alimentación no es la adecuada”, expresó Enrique Sanchez Martinez, obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo.
EN CIFRAS
En la periferia de Nuevo Laredo hay al menos mil 443 viviendas en calidad de pobreza extrema, con piso de tierra y carentes de servicios básicos, de acuerdo con el último censo realizado por el Inegi en el 2020, que señala también que cerca de 3 mil 369 hogares no cuentan con agua entubada y 4 mil 91 carecen de refrigerador.
Este segmento de la población a menudo es más vulnerable a los embates de las condiciones climatológicas adversas, como la helada que se presentó el 15 de febrero o la tromba del 17 de mayo del año pasado, pues las viviendas ofrecieron poca resistencia a esos fenómenos, afectándolos con mayor intensidad que el resto de los neolaredenses.