Un tema importante en la inclusión por discapacidad es el de las personas que requieren lenguas de señas para poder comunicarse, en el caso de nuestro país la Lengua de Señas Mexicana, el gran obstáculo es que no encuentran en la población en general la recepción que requieren.
Por ello, a propósito del Día Internacional de las Lenguas de Señas que hoy se conmemora, la licenciada terapista en Comunicación Humana, Nadia Ivonne González platicó la situación de este tema en la ciudad.
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"Con exactitud no tenemos una cifra de cuántas personas sordas se tienen en la ciudad, tengo tiempo investigando ese dato y ha sido difícil encontrarlo, pero sí hablamos de una población extensa, aunque parezca que no”.
Los últimos datos del INEGI en todo el estado de Tamaulipas la población registrada de habitantes con deficiencia auditiva es de, por lo menos, 834 personas, mientras que en todo México la cifra ronda las 700 mil personas.
Sin prejuicios
La licenciada que estuvo trabajando durante varios años en centros de rehabilitación institucionales de la ciudad y que ahora continúa por su cuenta, dice que la población de Nuevo Laredo ha demostrado con el paso de los años mayor interés en este tema, sobre todo en la búsqueda de crear una sociedad más inclusiva e integrada.
Sin embargo, explica que es un proceso complejo que requiere tiempo, pues no sólo es aprender la lengua de señas sino todo un tema cultural.
“Es complicado porque a veces no se quiere aprender, pues lo vemos como algo que no necesitamos y por eso muchos no se involucran, pero nunca sabes cuándo puedes utilizar la lengua de señas”.
En ocasiones el prejuicio viene desde las propias familias cuando les cuesta reconocer la condición de sus hijos o familiares.
“Es importante hablar de personas ´sordas´, ese es el término correcto, decir ´sordomudos´ es incorrecto, pues ellos tienen su aparato fonoarticulador intacto y en realidad sí tienen sonido, sólo que es diferente y muy agudo”.
“Muchas veces los papás llegan a terapia queriendo que hagas a sus hijos hablar y es ahí donde uno debe hacerles ver la importancia de la lengua de señas como alternativa. Me toca decirles a algunos papás que su hijo es sordo y por la misma situación les resulta ofensivo. Pero debemos empezar con esa cultura de decirlo como característica y condición, no tiene nada de malo” explica la terapeuta graduada del ahora Instituto Nacional de Rehabilitación, en la Ciudad de México.
Comprensión
El Día Internacional de las Lenguas de Señas es conmemorado por la ONU como una oportunidad para apoyar y proteger la identidad lingüística y la diversidad cultural de todas las personas sordas y justo en este año la Federación Mundial de Sordos propone el reconocimiento de su derecho para usar el lenguaje de señas en cada parte de su vida.
En este sentido, González explica la importancia de seguir generando espacios para promover la lengua de señas, como en los cursos que ella imparte con padres de familia, padres o población en general interesados en el tema.
“Yo no soy intérprete, soy terapeuta pero empezamos estos cursos porque las personas sordas son una comunidad vulnerable y esta alternativa no solo les ayuda a comunicarse e integrarse a la sociedad, sino que les ayuda a la comprensión, lo cual amplía su mundo”, mencionó.
“Nosotros tenemos una comunidad de personas sordas junto con oyentes, damos talleres básicos y ellos siempre piden respeto, por ejemplo, no hacer uso de esta lengua como 'hobbie', sino como una necesidad de comunicación para ellos”.
Dice que en Nuevo Laredo no hay comunidades dedicadas a esta población, a pesar de que en las consultas que ella daba en instituciones públicas tenía grupos de hasta 12 o 15 niños; la excepción a este hecho es la comunidad de los testigos de Jehová, que desde la religión sí enseñan el lenguaje de señas en esta ciudad, como una forma también de impartir su religión.
La especialista destaca que esta lengua tiene su propia estructura, organización y vocabulario por lo que es importante reconocerla e incluirla para una mejor comunicación.
“Tratamos de generar esa conciencia en la comunidad porque nunca sabes en qué momento te puedas encontrar con una persona sorda”.