Los socavones en Nuevo Laredo han cobrado una víctima más… no sólo se trata vehículos, ahora hasta un perro cayó en un pozo de más de cinco metros de profundidad, quedando sumergido e imposibilitado de salir.
Y no era para menos, el can identificado como Pinko por el collar que llevaba puesto, antes de este incidente era buscado ya por las redes sociales. Quedó varado entre el agua y lodo, que le impedían moverse.
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Ante el hecho, los vecinos llamaron a Protección Civil, que sin dudarlo acudió a Comonfort y 5 de Febrero, en donde se ubica un enorme socavón.
Para poder rescatarlo, necesitaron del apoyo de una escalera y una cuerda para bajar los cinco metros. Luego, más de seis horas después, su dueño fue a recogerlo a la dependencia.
Si bien esta vez se logró un final feliz, de no actuar rápido las autoridades municipales y dar soluciones a los más de 80 socavones por toda la ciudad, la siguiente víctima podría ser un niño y terminar en tragedia.