Tras las lluvias continuas, la problemática de los baches en Nuevo Laredo se intensificó y han surgido nuevos hundimientos.
La falta de atención del gobierno municipal ha provocado que los ciudadanos alerten a los conductores colocando llantas, ramas y todo tipo de señalamientos manuales e improvisados para evitar el daño a los vehículos.
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“Es imposible transitar, no puede ser que por cada rincón de la ciudad las calles se encuentren en estas condiciones, que nosotros mismos tengamos que prevenir mayores accidentes, porque algunos baches ni se ven y entonces sale caro el asunto y no precisamente para el gobierno, sino para uno”, expresó Eduardo Ortiz, un automovilista.
En avenidas principales, la presencia de hundimientos es ya un problema urbano recurrente, que además entorpece el tráfico, pues los conductores tratan de esquivar los pozos, algunos que ya existían, otros que aparecieron tras las lluvias.
Sobre la avenida Monterrey, entre Lago de Chapala y Emiliano Zapata, vecinos han colocado llantas y otros señalamientos para evitar que los automovilistas caigan sobre dos enormes hoyos que aparecieron recientemente debido al acumulamiento de agua en ese punto de la urbe, la avenida en la que circulan en ambos sentidos, cada uno con dos o tres carriles, se ha dañado; tanto de norte a sur como de sur a norte, el pavimento presenta deterioro.
Esta problemática urbana es visible y palpable en los cuatro puntos cardinales de la ciudad.
“No sólo es el problema de las calles en mal estado por los baches, sino lo que tenemos que pagar en caso de que nuestros vehículos se dañen, porque ahí sí uno tiene que desembolsar y ahora todo es carísimo”, dijo Angelica Lara, quien diariamente circula por Eva Sámano.