El Servicio de Administración Tributaria (SAT) mantiene especial vigilancia sobre los depósitos en efectivo que realizan las personas físicas en sus cuentas bancarias. Cuando la suma mensual rebasa los 15 mil pesos, las instituciones financieras están obligadas a reportarlos automáticamente a la autoridad fiscal, lo que puede derivar en una revisión si los ingresos no coinciden con lo declarado por el contribuyente.
Este monitoreo forma parte del mecanismo que el SAT utiliza para detectar variaciones atípicas entre los movimientos bancarios y la información fiscal presentada en declaraciones anuales o provisionales.
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¿Cómo funciona el reporte por depósitos en efectivo?
La Resolución Miscelánea Fiscal establece que todos los bancos deben enviar al SAT la Declaración Mensual de Depósitos en Efectivo, a más tardar el día 10 de cada mes. El reporte incluye únicamente movimientos relacionados con efectivo:
- Depósitos hechos directamente en ventanilla
- Depósitos realizados en cajeros automáticos
- Cheques de caja abonados en cuentas de personas físicas
El proceso es electrónico y no requiere autorización del cliente. Aunque esta declaración no implica una auditoría automática, sí puede servir como indicio para abrir una revisión por discrepancia fiscal si los montos no concuerdan con los ingresos que el contribuyente reporta ante Hacienda.
¿Qué movimientos no revisa el SAT bajo este esquema?
No todos los abonos se consideran depósitos en efectivo. Los siguientes movimientos no forman parte del reporte obligatorio, incluso si superan los 15 mil pesos:
- Transferencias electrónicas: SPEI, TEF, traspasos interbancarios
- Movimientos entre cuentas propias
- Pagos electrónicos, dispersión de nómina y cualquier operación sin billetes o monedas
- Cheques personales que no sean cheques de caja
Estas operaciones no generan alertas dentro de la Declaración Mensual de Depósitos en Efectivo.
Cómo evitar una revisión por discrepancia fiscal
Especialistas recomiendan mantener orden y evidencia sobre el origen de los recursos para evitar problemas en caso de revisión:
- Guardar comprobantes, contratos o recibos que acrediten el origen del depósito
- Asegurarse de que los ingresos reales coincidan con lo declarado ante Hacienda
- Preferir transferencias electrónicas en lugar de manejar grandes cantidades de efectivo
- Llevar un control de movimientos y conservar documentación por al menos cinco años
Una buena organización financiera permite explicar cualquier depósito inusual que el SAT pudiera solicitar.