El monto autorizado en tarjetas de débito por el SAT se ha convertido en uno de los temas más consultados entre usuarios de servicios financieros, especialmente tras la circulación de mensajes confusos en redes sociales.
La preocupación principal surge por la idea de que el fisco realiza bloqueos generalizados o revisiones automáticas al detectar cierta cantidad de recursos en una cuenta, lo cual ha generado incertidumbre y desinformación entre los contribuyentes.
El SAT y las tarjetas de débito
Sin embargo, las autoridades fiscales han reiterado que no existe ningún operativo masivo para inmovilizar cuentas ni un esquema de visitas aleatorias.
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De hecho, no hay un límite oficial de ahorro que determine la apertura de una auditoría inmediata, pues la cantidad acumulada por un usuario en su tarjeta de débito es completamente libre. Esto significa que tener altos saldos no ocasiona revisiones automáticas ni congelamiento de recursos.
Lo que sí ocurre es un procedimiento preventivo contra irregularidades financieras: las instituciones bancarias están obligadas a reportar al SAT ciertos movimientos considerados inusuales, especialmente cuando los depósitos en efectivo de un mes superan los 15,000 pesos.
Esta notificación no implica multas ni restricciones; es únicamente un aviso administrativo que forma parte de las políticas para combatir actividades ilícitas.
Otro punto importante es que desde 2014 quedó sin efecto el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), por lo que no existe una retención adicional por manejar montos altos en efectivo dentro de la banca tradicional. Tampoco existen cargos automáticos aplicados por exceder límites de depósitos, ya que dichas normas fueron eliminadas hace más de una década.