Durante el invierno, muchas personas se enfrentan a un problema común: la casa es muy fría y mantenerse cómodo puede ser un desafío. Afortunadamente, existen formas de combatir las bajas temperaturas sin que tu factura de luz se dispare.
Las bajas temperaturas nocturnas y la reducción de la luz solar directa en invierno hacen que las viviendas se enfríen rápidamente.
Casas muy frías
Esto puede hacer que los espacios interiores se tornen incómodos, especialmente si no están correctamente aislados. Sin embargo, hay medidas prácticas y económicas que puedes implementar para mejorar la sensación térmica en tu hogar.
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- Instala doble ventana o mejora el aislamiento de los cristales. Un porcentaje significativo del calor de tu hogar se pierde por las ventanas. Una solución eficaz es colocar ventanas de doble acristalamiento, que crean una barrera adicional para conservar el calor. Si el cambio de ventanas no es viable, considera sellar los bordes con burletes para reducir la fuga de aire.
- Refuerza el aislamiento de las paredes. Aunque puede requerir una inversión mayor, aislar las paredes puede reducir hasta un 45% el consumo de calefacción y aire acondicionado. A largo plazo, esta medida se traduce en un considerable ahorro en tu factura de energía.
- Ventila en las horas más cálidas Ventilar es esencial, pero debe hacerse durante las horas del día cuando el sol está más alto y la temperatura es menos hostil. Con cinco minutos al día es suficiente para renovar el aire sin perder demasiado calor acumulado.
- Aprovecha la luz solar al máximo. Durante el día, abre persianas y cortinas para permitir la entrada de luz solar. Por la noche, ciérralas para conservar el calor generado. Este sencillo hábito puede marcar una gran diferencia en la temperatura interior.
- Coloca alfombras. El suelo es uno de los puntos de mayor pérdida térmica. Las alfombras, aunque no sean aislantes térmicos, ayudan a conservar la temperatura y proporcionan una sensación más cálida y confortable bajo los pies.
- Repara grietas y huecos. Las rendijas en paredes y puertas permiten que el calor escape con facilidad. Sellarlas puede reducir la pérdida térmica entre un 15% y 25%, lo que también se traduce en un ahorro significativo.
- Ajusta la temperatura del termostato. Mantener la calefacción entre 20 y 21ºC es suficiente para estar cómodo sin derrochar energía. Reducir un grado puede representar un ahorro del 7-8% en tu consumo.
Combatir el frío en casa no tiene por qué ser costoso ni complicado. Con estas estrategias, puedes mantener tu hogar más cálido y reducir tu factura energética. Si estás pensando: "¡Mi casa es muy fría, ¿qué hago?", ahora ya tienes la respuesta.