El sábado 11 de enero de 2025, el Parque Nacional Cumbres de Majalca, ubicado en Chihuahua, batió un récord de frío al registrar una temperatura de -23.1°C, la más baja en la región en los últimos 10 años. Este descenso inusitado de las temperaturas ha generado gran interés entre meteorólogos y residentes, ya que no se había registrado un valor tan extremo desde hace casi una década.
La cifra se acerca a los históricos registros de la zona, cuyo récord más bajo fue de -30°C, alcanzado el 11 de enero de 1962 en Villa Ahumada, Chihuahua.
Este fenómeno gélido ha tenido repercusiones en la vida cotidiana de las personas que residen en el área y en aquellos que visitan las famosas montañas del norte de México, un destino popular por su belleza natural y paisajes invernales.
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La baja temperatura ha causado estragos en la fauna local y plantea riesgos tanto para la salud humana como para las actividades en la zona.
La comunidad de Cumbres de Majalca se ha visto obligada a tomar precauciones adicionales para evitar situaciones de emergencia, como congelamiento de tuberías o accidentes en las carreteras debido al hielo.
Los servicios de salud y protección civil han aumentado su presencia en la región para garantizar la seguridad de los habitantes y turistas.
Este evento también ha reavivado el debate sobre los efectos del cambio climático en México, que en los últimos años ha sido testigo de fenómenos meteorológicos más extremos.
Las temperaturas inusualmente bajas, junto con las olas de calor y sequías en otras partes del país, han dado pie a reflexiones sobre la necesidad de adaptarse a condiciones climáticas cada vez más impredecibles.
Cumbres de Majalca, conocido por su biodiversidad y paisajes naturales, ha vuelto a ser escenario de fenómenos climáticos extremos, lo que subraya la importancia de monitorear y estudiar los cambios en el clima para tomar medidas preventivas en el futuro.