Cruzar un charco con un vehículo es una maniobra peligrosa que, idealmente, debe evitarse, por el peligro del agua en el escape, lo que puede dañar el motor del auto.
La recomendación más prudente es buscar rutas alternativas, preferentemente por zonas elevadas, ya que enfrentarse a una acumulación de agua puede traer consecuencias graves, incluso en vehículos todoterreno.
Agua en el escape
El peligro de atravesar un charco aumenta significativamente si el agua está en movimiento, ya que una corriente puede arrastrar el vehículo con mucha mayor facilidad de lo que podría pensarse.
Te podría interesar
Incluso cuando el agua está estancada, la decisión de cruzar debe tomarse con cautela, ya que cualquier error puede resultar en una avería del coche.
Uno de los principales riesgos al cruzar un crucero anegado es que, cuando el agua alcanza el nivel del suelo del vehículo, este comenzará a flotar, comprometiendo el control del conductor.
Si el agua llega a niveles críticos, como la toma de admisión del motor o el filtro de aire, los daños serán inevitables. El agua no se comprime, por lo que si entra en los cilindros del motor, podría provocar la rotura de una biela y, en el peor de los casos, destruir el motor por completo.
Velocidad baja
Para aquellos que, en situaciones de emergencia, decidan cruzar un encharcamiento, es necesario hacerlo con extrema precaución. La velocidad debe mantenerse baja para evitar que el vehículo genere una ola frontal que eleve el nivel del agua y ponga en peligro el motor.
Además, es recomendable mantener una marcha leve, con el motor revolucionado a más de 2,500 rpm, lo que permitirá que los gases de escape mantengan suficiente presión y eviten la entrada de agua en el tubo de escape.
Bajo ninguna circunstancia se debe permitir que el motor se detenga en medio del charco. Si esto ocurre y el tubo de escape está sumergido, el agua entrará en el sistema de escape, haciendo imposible que el motor vuelva a arrancar, lo que podría dejarnos atrapados en una situación de riesgo.