Los cueritos de cerdo, un elemento destacado en la gastronomía mexicana, se elaboran principalmente con la piel del cerdo marinada en vinagre y hierbas aromáticas. En algunas recetas, se añaden condimentos como orégano, chile de árbol o piña, aportando variedad en su sabor.
La carne de cerdo es un alimento esencial en la dieta cotidiana, presente en platillos como el chicharrón y los cueritos, ambos hechos con la piel del cerdo pero con efectos distintos en la salud.
Los deliciosos cueritos de cerdo
Consumida con moderación, la carne de cerdo ofrece beneficios, como vitaminas del grupo B, proteínas de alta calidad, y minerales como selenio, zinc, niacina, fósforo y hierro. Esto la convierte en una opción nutricionalmente rica, aprovechada en múltiples productos como embutidos y chicharrón.
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La piel de cerdo, al igual que otras partes del animal, tiene un valor nutricional interesante. Según el nutricionista Saúl Sánchez Arias, contiene lípidos monoinsaturados y micronutrientes esenciales que pueden reducir el riesgo de anemia y mejorar la salud muscular. Además, es rica en vitaminas A y B, lo que la hace un complemento nutritivo en la dieta.
El chicharrón se obtiene al freír la piel del cerdo en manteca, un proceso que, si bien lo convierte en un aperitivo popular, incrementa la ingesta de grasas saturadas, colesterol y lípidos trans, elevando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Es también un alimento calórico, lo que requiere control en su consumo.
Los cueritos, al ser cocidos y marinados en lugar de fritos, evitan los riesgos asociados a las grasas saturadas, aunque aún contienen grasas, proteínas, sodio y ácido acético.
Consume con moderación
Aunque son una opción más saludable que el chicharrón, el alto contenido de sodio y vinagre puede ser perjudicial si se consumen en exceso.
Tanto los cueritos como el chicharrón pueden formar parte de una dieta equilibrada si se consumen con moderación, evitando el exceso que podría derivar en problemas de salud a largo plazo.