A todos nos encanta disfrutar de alimentos frescos y deliciosos, ya que eso indica alta calidad.
Sin embargo, el ritmo de vida actual a veces no permite comer alimentos recién preparados, y la comida congelada se convierte en una opción conveniente.
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Es importante tener en cuenta que congelar ciertos alimentos puede afectar sus propiedades.
Aunque en otros artículos hemos mencionado que se puede congelar casi cualquier cosa, algunos alimentos son más adecuados para esto que otros.
Congelar puede ayudar a conservar alimentos, pero también puede hacer que pierdan sabor, textura y aroma con el tiempo. Por eso, es mejor evitar congelar los siguientes ciertos para mantener su calidad:
Huevos
Nunca debes congelar huevos, especialmente con cáscara, ya que el líquido en su interior se expande y puede hacer que el huevo explote en el congelador.
Además, los huevos cocidos no deben congelarse, ya que pierden sabor y su textura se vuelve gomosa y dura.
Verduras crudas
Aunque muchas verduras en el mercado vienen congeladas, no deberías congelar aquellas que se comen crudas, como tomates, acelgas, verdolagas y aguacates.
Estos alimentos pierden su aspecto, textura y sabor al congelarse.
Si no tienes otra opción, lo mejor es hervirlos y cocinarlos antes de congelarlos. Luego, guárdalos en bolsas con cierre para mantener mejor sus propiedades.
Frutas
Las frutas son esenciales para una vida sana, pero congelarlas puede hacer que pierdan casi todas sus vitaminas y nutrientes, además de experimentar cambios drásticos en textura y color.
Las únicas frutas que puedes congelar sin problemas son el plátano y los frutos rojos.
Salsas y postres
Evita congelar objetos de vidrio como mayonesa o salsas, ya que pueden explotar. También es mejor no congelar postres caseros como pasteles, ya que carecen de conservantes y pueden perder su textura y calidad al descongelarse.
Los lácteos con alta concentración de grasa, como algunos quesos, también deben evitarse en el congelador.
Papas
Las papas no deben congelarse bajo ningún motivo, ya que pierden su fécula y cambian su textura y sabor. Si es necesario congelarlas, la mejor opción es hacerlo después de cocinarlas, guardándolas en bolsas herméticas.
Un consejo importante es que los ingredientes frescos con mucha agua pueden romper sus paredes celulares al congelarse, lo que altera su textura.
Estar bien informado sobre la refrigeración de alimentos es fundamental para mantener su frescura, seguridad y calidad