Con lluvias de entre 300 y hasta 500 milímetros en la región, casi una decena de presas ubicadas en Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas registraron notorias recuperaciones en apenas unas horas de las precipitaciones del ciclón tropical Alberto, luego de años de sequía.
Si bien son de capacidad o proporciones muy variables, y, por lo tanto, llenarlas puede ser más complicado en algunos casos, presas como La Boca, que tiene un papel crucial para proveer de agua al área conurbada de Monterrey, con las lluvias recientes casi triplicó su nivel, al pasar de un 36 por ciento que tenía apenas el martes, a más de 105 por ciento el jueves por la mañana, siendo incluso necesario realizar una descarga controlada.
No solo Nuevo León se vio beneficiado con las lluvias de Alberto, también Coahuila y Tamaulipas; tal es el caso de la presa Pedro J. Méndez, ubicada en el municipio de Hidalgo en la última entidad, que pasó del 18 al 38 por ciento de su capacidad de llenado en apenas unas horas, de acuerdo con las cifras reveladas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
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En Tamaulipas, la gigantesca presa Vicente Guerrero “volvió a la vida”, pues hasta el martes muchas áreas estaban muy secas y a partir del jueves volvieron a llenarse.
Se espera que reciba por lo menos mil millones de metros cúbicos de agua desde los ríos Corona, Purificación y El Pilón.
“En el río Pilón anduvo cerca de los 200 metros cúbicos por segundo, el Corona hasta los 280 y el Purificación es el que pasó de mil 500 metros cúbicos por segundo, por lo que hay un repunte importante de la presa Vicente Guerrero”, señaló el secretario de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga Álvarez.
Mientras que las estadísticas anteriores reflejaron de inmediato un incremento en sus niveles, para presas como La Amistad, que se encarga de proveer de agua a los dos Laredos, y la Falcón, de la que dependen comunidades cercanas, aún no reflejan un incremento, pues en ocasiones tardan algunos días en concretarse los escurrimientos que eleven las mediciones y de esta manera se obtenga un panorama certero del impacto de las lluvias.
Aunado a lo anterior, se contempla que las precipitaciones continúen en la región, incluido Nuevo Laredo, con hasta 55 y 75 por ciento de probabilidades para hoy y mañana, respectivamente, por lo que las cifras anteriores pueden variar aún más en los próximos días.
Con las precipitaciones de miércoles y jueves, Nuevo Laredo acumuló más de 62 milímetros de lluvias, lo que convierte ya a este mes, como el junio más lluvioso de los últimos ocho años.