Un día como hoy, pero de hace 16 años, un padre recibía una de las peores noticias que alguien puede escuchar, su hijo había sido asesinado a balazos por un grupo armado.
Ese padre, no era más que el mismo capo, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, quien el 8 de mayo del 2008, se enteró de la muerte de su hijo, Édgar Guzmán López.
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El fallecimiento de Édgar Guzmán López, tal y como se cuenta, fue un error por parte de miembros del Cártel de Sinaloa, quienes abrieron fuego en contra del hijo del capo, pensando que se trataba de elementos de los Beltrán Leyva.
El hijo de “El Chapo”, se encontraba acompañado por su primo César Ariel Loera y el hijo de “la Emperatriz” Blanca Margarita Cázares, Arturo Meza Cázares, quienes también fueron asesinados por un comando armado de más de 20 personas.
De acuerdo con el testimonio de un presunto gatillero, participante en el acto e identificado como Jesús, Édgar Guzmán, se encontraba en el centro comercial Desarrollo Tres Ríos, cuando más de 20 hombres fuertemente armados, descendieron de 5 camionetas y percutieron más de 500 balazos de en contra del hijo de "El Chapo" y sus acompañantes.
Tras el hecho, Jesús se percató de la identidad del baleado y dio aviso a sus compañeros, quienes, se dice que posteriormente fueron asesinados por el capo.
Presuntamente, Jesús sobrevivió de milagro y pudo escapar, para contar la parte de esta historia.
¿Cómo reaccionó “El Chapo”?
Fuentes allegadas al caso y medios periodísticos, señalaban que Édgar, era el hijo preferido de Joaquín, con el que más consideraciones y atenciones tenía.
Cuando se enteró del fallecimiento de Édgar, el capo se tiró al piso y giraba sobre la tierra, mientras lloraba y golpeaba fuertemente; contó el “Mini Lic.”, Dámaso López Serrano.
“Yo no quería estar muy cerca de esa escena... Gritaba: ¡mi príncipe!, ¡mi rey!, ¡mi hijo!”, recordó el “Mini Lic.”.
Presuntamente, el día de su entierro, más de 50 mil flores fueron adquiridas por Joaquín en honor a su hijo, dejando sin flores a toda la ciudad Culiacán, Sinaloa.