VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Madre golpea a sus hijos con palo de escoba; a uno le quemó las manos en el comal

La investigación señala que además agredió a su bebé de un año y le causó un derrame en el ojo

Una madre golpeó a sus hijos, y a uno hasta le quemó las manos
Una madre golpeó a sus hijos, y a uno hasta le quemó las manosCréditos: Especial
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La ciudad de Puebla se conmocionó con un caso de violencia intrafamiliar, en el que unos niños eran golpeados con un palo de escoba. Además a uno de ellos, su propia madre le quemó las manos en un comal. Hace unas horas se dio a conocer que las autoridades detuvieron a la madre, responsable de estos terribles actos y ahora enfrenta a la justicia.

Leticia N es la mujer detenida por las autoridades, luego de que se lograra una orden de aprehensión tras una investigación, por los hechos ocurridos el 10 de marzo de este año en Puebla.

Lo golpeó con un palo y le quemó las manos

Lo que arrojó la investigación y de acuerdo con lo que ha declarado Leticia, es que en aquella ocasión golpeó a su hijo de 4 años con un palo de escoba, pero no contenta con este terrible acto, lo llevó hasta el comal caliente y le quemó las manos.

Golpea y causa derrame a su bebé

Por si esto no fuera suficiente, también golpeó brutalmente a su bebé de un año, lo que le provocó un derrame en el ojo. También se señala que a otra hija que tiene, de 9 años la golpeó con un palo de escoba, por lo que le causó lesiones diversas.

Luego de estos terribles hechos, las autoridades consiguieron una orden de aprehensión, por lo que se detuvo a Leticia y puesta ante la justicia para que enfrente la sanción correspondiente por las agresiones brutales de sus hijos, a quienes se supone que debe proteger a toda costa.

Algunas personas comentan que no se debe juzgar a las personas por los actos que cometen sin saber qué las motivó para agredir a un familiar, y más cuando es pequeño, sin embargo, los hijos no se pueden defender, pues no cuentan con la fuerza de un adulto, además de provocar traumas severos en los pequeños. Lo que ven en casa lo normalizan en su vida cotidiana y es un mal ejemplo que un día pueden replicar cuando sean adultos.