Sin duda muchos hemos pensado en adquirir un auto de procedencia extranjera, mejor conocidos como autos chocolate, sobre todo por las facilidades para regularizarlos en el país. Sin embargo, puede ser una apuesta a ojos cerrados que, tal vez no te conviene a futuro.
La posibilidad de legalizar un auto de procedencia extranjera, ha provocado que los distribuidores de vehículos seminuevos ofrezcan precios más accesibles o faciliten su adquisición, por lo que ahora el consumidor tiene mayor oferta y posibilidad de adquirir a mejores precios.
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Pese a los increíbles precios que se pueden conseguir con estas unidades, algunas de ellas podrían traer más problemas que beneficios, por lo que es buena idea asesorarte antes de comprar un auto chocolate.
Problemas con los autos chocolate
La regularización de los autos chocolate es un proceso muy rápido y certero, siempre y cuando la unidad cumpla con los requerimiento del programa.
Los documentos para validar la unidad extranjera en México son:
- Título de propiedad vehicular
- Identificación oficial
- CURP
- Imagen impresa del NIV o número se serie (calca o fotografía)
- Comprobante de domicilio (no mayor a tres meses que corresponda a alguna de las entidades federativas beneficiadas en el Decreto)
- Serie del vehículo a legalizar
- Correo electrónico
Ya reunidos estos documentos, se deben seguir los siguientes pasos:
- Entrar al sitio oficial REPUVE; da click en agendar tu cita. Debes tener tu CURP a la mano.
- Capturar los datos que se piden, para imprimir un manifiesto de decir la verdad, donde se debe poner la firma.
- Se expedirá un comprobante para realizar el pago de 2 mil 500 pesos, mismo que se debe de cubrir en la fecha indicada.
Algunos parámetros que podrían dar marcha atrás a la legalización del vehículo son:
- Auto importado de manera ilegal: si el vehículo fue ingresado al país de manera ilegal, las personas corren el riesgo de no poderlo legalizarlo y perder lo invertido en esa compra.
- Piezas diferentes: otro riesgo es que al tratarse de unidades extranjeras, pueden tener piezas que son diferentes en Estados Unidos y Canadá, por lo que al necesitar una refacción, podría dificultarse o incluso salir muy caro.
- Autos siniestrados: una preocupación grande es cuando los autos adquiridos son vendidos por aseguradoras que los recuperaron de algún accidente, o que ya tienen un alto kilometraje. En este caso seguramente no convendría comprarlo.
- Autos reportados en crimen: otra de las cuestiones a tener en cuenta son sus antecedentes legales. Si el auto está reportado como evidencia de un crimen, muy probablemente pierdas la unidad y todo el dinero invertido