El solsticio de invierno, uno de los eventos astronómicos más esperados del año, llegó a México este sábado 21 de diciembre de 2024. Este día se distingue por ser el más corto del año y por inaugurar la noche más larga en el hemisferio norte.
Este fenómeno marca también el inicio oficial del invierno, ofreciendo una atmósfera ideal para disfrutar de las festividades de la temporada y el abrigo de cobijas calientitas.
¡Ya estamos en invierno!
Los solsticios, que dividen el año en estaciones, ocurren cuando la Tierra alcanza su inclinación máxima hacia o lejos del Sol. En el caso del solsticio de invierno, el hemisferio norte se inclina lejos del Sol, lo que genera una menor duración de luz solar.
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A partir del día siguiente, los minutos de luz diurna comenzarán a incrementarse paulatinamente hasta alcanzar su punto álgido en junio, durante el solsticio de verano.
El invierno 2024 en México entró este sábado 21 de diciembre de 2024 a las 03:20 horas, según el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica. De acuerdo a los pronósticos climatológicos, el día de Navidad el clima será muy benéfico, pues las temperaturas oscilarán entre 15 y 28 grados centígrados con baja probabilidad de lluvia.
A lo largo de la historia, diversas civilizaciones han observado y celebrado este cambio cósmico. Ejemplos como Stonehenge en Inglaterra y el Torreón de Machu Picchu en Perú son testigos de la importancia cultural y astronómica de los solsticios.
Estos monumentos fueron diseñados para alinearse con la posición del Sol durante estos eventos, demostrando un conocimiento avanzado de los ciclos terrestres.
Los solsticios y los equinoccios
El solsticio también refleja la inclinación del eje terrestre, que distribuye de manera desigual la luz solar entre los hemisferios. Durante el invierno boreal, esta inclinación favorece al hemisferio sur, donde se disfruta del verano y de jornadas más extensas. Mientras tanto, en el norte, el frío y la oscuridad predominan, marcando una temporada de reflexión y resguardo.
Si bien los solsticios delimitan el inicio del invierno y del verano, los equinoccios equilibran el año al repartir de forma igualitaria la luz solar entre día y noche. Estos eventos, que tienen lugar en marzo y septiembre, son otro recordatorio de cómo el movimiento de la Tierra alrededor del Sol define el paso del tiempo y las estaciones.
El solsticio de invierno es una oportunidad única para conectar con los ciclos naturales y reflexionar sobre la manera en que estos influyen en nuestras vidas. Con su llegada, también comienza la cuenta regresiva hacia días más largos y luminosos.