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Descubre el queso panela que tiene menos grasa y es mejor que La Villita y Fud ; según Profeco

Este queso se destaca por su versatilidad y es apreciado por su suavidad, textura esponjosa y sabor delicado, se produce a partir de leche pasteurizada y se puede encontrar en supermercados

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Si estás en busca del queso panela deslactosado perfecto para tus recetas o como snack, es importante que sepas que, según la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), hay una marca que sobresale por su elevado contenido de proteína y bajo contenido graso. Aquí te compartimos todos los detalles.

El queso panela es valorado por su versatilidad y beneficios para la salud, por lo que optar por una opción que combine sabor, proteínas y un bajo contenido graso es ideal para quienes desean mantener un estilo de vida saludable.

¿Cuál es el queso panela deslactosado más recomendado?

Si deseas cuidar tu alimentación sin renunciar al sabor, especialmente si prefieres productos deslactosados, hay un queso que definitivamente deberías tener en tu nevera. Este producto fue destacado en un estudio de calidad realizado por Profeco, donde se analizaron varias marcas de queso panela. Los aspectos evaluados incluyeron:

  • Etiquetado
  • Nivel de humedad
  • Contenido de proteínas, sodio y grasa
  • Contenido neto
  • Aporte calórico
  • Calidad sanitaria

El queso panela deslactosado de la marca Noche Buena fue el que se llevó el primer lugar. Se destacó por proporcionar información clara al consumidor y su alto contenido de proteínas, alcanzando un 18.5%.

Además, su porcentaje de grasa es de solo 15.2%, mucho menos en comparación con otros productos como La Villita o Fud que pueden tener hasta 25.7%.

Puedes encontrar este queso en cualquier supermercado. Por ejemplo, en Walmart, una presentación de 400 gramos cuesta alrededor de 70 pesos, mientras que en Chedraui su precio es de 114 pesos.

¿Cómo se elabora el queso panela?

El queso panela se elabora a partir de leche pasteurizada, la cual se calienta y se le añade cuajo para que coagule. Una vez que la leche ha coagulado, se corta en pequeños trozos para separar el cuajo del suero.

Posteriormente, el cuajo se coloca en moldes cubiertos con telas finas para drenar el exceso de suero y dar forma al queso.

Después de presionarlo ligeramente para eliminar aún más suero, se le agrega sal y se deja reposar durante algunas horas. El resultado es un queso suave, blanco, fresco, con una textura esponjosa y un sabor delicado.