Las víboras que habitan el margen del Río Bravo han sido un peligro para las personas que se acercan a la zona bajo cualquier motivo o circunstancia. Al desconocer cómo reaccionar o tratarlas, terminan siendo atacadas; el problema se agrava cuando una de las víboras es venenosa.
Así como en esta zona suelen haber otro tipo de animales, entre los que hasta se han visto cocodrilos, son las víboras las que más dolores de cabeza han dado a las autoridades y a los ciudadanos que se acercan entre los arbustos y matorrales.
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Algunos tipos de víboras venenosas que podrías encontrarte son:
Víbora de cascabel
Es una de las más peligrosas; su característica principal es el cascabel que tiene en su cola y sus colmillos retráctiles; algunas pueden medir hasta 2 metros y medio, y pesar hasta 4 kilos. Su veneno destruye los glóbulos rojos de la sangre, afectando al tejido corporal y a la circulación. Hay antídoto para salvar la vida de quienes sean mordidos por esta especie.
Podrías evitar el ataque de una víbora cascabel si no intentas cazarla o atacarla, sentirse acorralada será también sinónimo de ataque.
Víbora cantil
Las especies de la víbora cantil habitan la zona del Río Bravo; suelen medir entre 80 y 120 centímetros; tienen una cabeza triangular y también cuentan con colmillos venenosos. La gran mayoría son de color café o negro, con algunos puntos blancos o beige.
Tienen un carácter agresivo, aunque suelen ser tímidas, pero al menor grado de sentirse amenazadas y no tener posibilidades claras de huir, se lanzarán sin piedad. Su mordedura contiene hemotoxina y produce la degradación de proteínas (proteólisis) y la destrucción de tejido; puede causar fuerte dolor, enrojecimiento, inflamación y necrosis.
Afortunadamente, hay un antídoto para tratar su veneno. Estas serpientes tienen una cabeza triangular y colmillos venenosos, así puedes identificarlas.
Medidas de prevención
Si por algún motivo llegas a acercarte a los márgenes del Río Bravo, trata de no llevar sandalias o chanclas sino zapato cerrado o botas, así como pantalones largos y evitar mover lugares en los que las víboras pudieran esconderse como piedras, troncos o hasta arbustos.
Checa bien los lugares por los que caminas y en dónde tocas, recuerda que las víboras tienen movimientos rápidos.
¿Qué hacer si sufres una mordedura?
Si tienes forma, busca la atención médica rápida y oportuna; trata de no salir corriendo y agitarte, pues eso elevará la circulación. Succionar el veneno no es una buena idea, podrías complicarte más, así que espera a que llegue ayuda; tampoco apliques torniquetes.