De las cosas más comunes que pueden ocurrir en un puesto ambulante de comida es que algunos de los complementos se echen a perder, por lo que las salsas son de las primeras cosas que suelen detectarse, algunas personas saben las características de una salsa perecedera, pero hay quienes no y comen de igual manera pero con sabores desagradables.
Si llegas a comer una salsa en mal estado además de un sabor desagradable, lo que pudiera ocurrir son dolores de estómago y otros síntomas, así aquí te diremos cómo puedes apoyarte con tus sentidos para detectar que algo no anda bien.
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Ya sea salsa cruda o cocida, la salsa tiene un periodo de vida que debe de respetarse, pero su ‘frescura’ se reduce por las altas temperaturas, lo que ocasiona que se echen a perder.
¿Cómo saber si la salsa ya no sirve?
Como en casi todos los alimentos, se puede saber si una salsa se echó a perder usando simplemente los sentidos. De las primeras cosas que debes analizar es su color verdoso o grisáceo, esto es, por la presencia de moho, el cual, si se observa de cerca, mostrando una vellosidad blanca, además la salsa tendrá un olor agrio.
Una salsa cuando ya no sirve tiene pequeñas burbujas y hasta espuma, significa que está en proceso de descomposición, para que no suceda es necesario, es que cualquier salsa debe estar alejada del sol, se exhorta a conservarla en un lugar fresco o refrigerado.
Una persona se puede intoxicar por comer una salsa en mal estado, si se tiene duda en saber si una salsa no está en buenas condiciones, puedes preguntar por una segunda opinión, pero si vas solo o sola y no puedes determinarlo, mejor no te arriesgues.