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¿Se deben meter la salsa cátsup y la mayonesa al refrigerador?

Ambos son ingredientes básicos para prepara una hamburguesa o hotdogs

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Dos de los ingredientes que siempre van juntos al elaborar en casa unos hotdogs o unas hamburguesas, son la salsa cátsup y la mayonesa.

En muchos hogares existe la duda si estos ingredientes se tienen que dejar en la mesa, en la alacena o bien si se tienen que refrigerar.

Aquí te diremos que pasa con ellos:

Lo primero que debes de saber es que la cátsup debe ser refrigerada durante un máximo de ocho semanas, para que guarde su sabor y su consistencia.

Antes, debido a la cantidad de sal que contenía, no era necesario mantenerla en el frío, pero ahora contiene otros compuestos que se descomponen más rápido en el calor y cambian su sabor.

Pensando en que se podrían descomponer sus elementos, en los últimos años los fabricantes de salsa de tomate han reducido la sal para evitar problemas de presión arterial alta. 

Así también se ha disminuido la cantidad de benzoato de sodio debido a su relación con la hiperactividad en los niños. De modo que se ha vuelto un alimento más saludable, aunque sigue conteniendo edulcorantes artificiales.

Dos de sus componentes al elaborar la cátsup, el vinagre y los tomates, ayudan a retardar el crecimiento de bacterias, por lo que refrigerarla es preferible para evitar la proliferación de microorganismos dañinos.

Pero no te preocupes, si no se refrigera tampoco pasa nada, siempre y cuando se mantenga lejos del calor, en un lugar fresco.

Por otra parte, la mayonesa se debe refrigerar por un máximo de tres meses.

Si bien el jugo de limón presente en la receta disminuye el crecimiento bacteriano, los huevos y la crema pueden causar problemas graves si se infectan.

Por lo tanto, es importante no dejar la mayonesa a temperatura ambiente y seguir estrictamente las instrucciones del fabricante.

Por lo tanto, la cátsup y la mayonesa deben ser refrigeradas para preservar su calidad y prevenir la proliferación de bacterias, o al menos mantenerlas en lugares frescos como alacenas.

El secreto para su conservación es evitar el calor y las altas temperaturas.