Una maestra de Primaria fue más allá de su obligación de enseñar a sus alumnos lo que dictan las clases de sus libros, pues le dio un regalo que lo hizo feliz: un par de zapatos nuevos.
Fue la maestra Berenice Sifuentes, de Torreón, Coahuila, quien apoyó a uno de sus alumnos que se burlaba de su propia necesidad, ya que los zapatos que traía estaban muy desgastados, viejos y abiertos de la punta.
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La maestra comentó que ese día su alumno, del que no dio el nombre, llegó a la escuela y le mostró sus zapatos viejos diciéndole: “mire mis zapatos hablan” y posteriormente “imitó" algunos sonidos.
El niño se reía de sí mismo, al tiempo que invitaba a sus compañeros a reírse también, evitando con ésto que después se burlaran de él durante el día.
Esto conmovió a la maestra quien durante el recreo llevó al niño a la Bodega para comprarle un par de zapatos nuevos.
“Después del recreo le cambié sus zapatos por unos nuevos y de camino a la Bodega me dijo: “yo les digo a los niños que yo creo que me van a comprar unos zapatos nuevos y esos no van a hablar, van a estar bien calladitos””, señaló la maestra.
Al ver sus zapatos nuevos, el niño no dejó de sonreír y agradecerle por comprarle unos zapatos.
“Le di el nuevo par y sólo dijo: ’No paro de ver mis nuevos zapatos. Gracias’”, indicó
La maestra señaló que se siente muy feliz con su trabajo, ya que además le gusta ver las caras felices de sus alumnos, quienes en el futuro agradecerán de haberla tenido como maestra de clases.