Sabiendo que mezclar la velocidad, el alcohol y manejar bajo la lluvia podría originar un grave accidente, un conductor de un Chevy se atrevió a conducir bajo esas condiciones en la Carretera 57 y, aunque su auto quedó destrozado, no le fue tan mal.
Un hombre manejaba alcoholizado hacia Matehuala y en el kilómetro 230 pretendía librar una curva, pero el asfalto mojado y su pérdida de control al manejar a exceso de velocidad le jugaron una muy desafortunada pasada.
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Su auto Chevrolet Chevy terminó girando sobre su propio eje y, por el fuerte impulso, se movió de reversa para estrellarse en el muro de contención, que terminó atravesando todo el coche que acabó totalmente destrozado.
El hombre terminó con serias lesiones en su cuerpo; afortunadamente, algunos de los conductores que circulaban en la carretera se detuvieron para auxiliarlo y llevarlo a un hospital particular en Saltillo. Fractura de húmero y expuesta en el brazo derecho.
Hasta el momento, le salió barato al conductor.