La culebrilla, conocida también como herpes zóster, es una infección viral que causa dolor y una erupción cutánea en una parte del cuerpo. Algunas páginas de internet sugieren que los contagios de covid 19 aumentaron el número de casos de esta enfermedad.
La infección es causada por el virus de la varicela-zóster, que también es responsable de la varicela. Después de que alguien se recupera de esta afección infantil, el virus permanece inactivo en su sistema nervioso. Años después, el virus puede reactivarse y causar el herpes.
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La culebrilla y el covid
Esta enfermedad comienza con dolor, ardor, hormigueo o picazón en una parte del cuerpo, seguido de una erupción de ampollas en la misma área.
La erupción suele durar de 2 a 4 semanas y puede causar un dolor intenso. Generalmente afecta a una sola parte del cuerpo, como un lado del torso o una pierna, pero cuando aparece en la cara, si no es tratada a tiempo, puede causar ceguera.
El tratamiento para el herpes zóster incluye medicamentos antivirales para acortar la duración de la infección y reducir el dolor.
También se pueden usar medicamentos para la inflamación, y a veces se recomienda la terapia física para ayudar a prevenir complicaciones.
Es importante buscar tratamiento médico de inmediato si se cree que tiene el mal, especialmente si el sistema inmunológico está debilitado o si los síntomas son graves.
¿Hay vacuna?
Existe una vacuna llamada Zóster y está aprobada para su uso en personas mayores de 50 años. La dosis contiene una forma debilitada del virus y se administra como una inyección.
Este fármaco puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar herpes zóster y sus complicaciones, como el dolor prolongado después de la infección, conocido como neuralgia postherpética.
Si una persona que ha sido vacunada desarrolla el padecimiento, es probable que tenga síntomas más leves y una duración más corta de la enfermedad.
Es importante hablar con un médico para determinar si la vacuna es adecuada antes de ser aplicada, ya que no es adecuada para las personas con un sistema inmunológico debilitado o si tienen alergias a los componentes de la dosis.
El covid y herpes zóster
No hay evidencia clara de que la infección por covid-19 aumente el riesgo de desarrollar herpes zóster. Sin embargo, la infección por coronavirus puede afectar el sistema inmunológico y aumentar el riesgo de complicaciones en personas que ya tienen culebrilla.
La investigación de especialistas ha sugerido que el estrés y la ansiedad pueden aumentar el riesgo de desarrollar herpes zóster en algunas personas, y es posible que la pandemia reciente y las medidas de aislamiento social pudieron aumentar el estrés y la ansiedad en algunas personas, lo que podría aumentar el riesgo de presentar herpes.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los casos de culebrilla también pueden ocurrir naturalmente sin ninguna conexión aparente con la infección por covid. Por lo tanto, si experimenta síntomas como dolor, ardor, hormigueo o ampollas en la piel, debe acudir con un médico para recibir un diagnóstico y el tratamiento adecuados.