El hecho de estar personificados como nativos de la zona, no les da derecho a estos prestadores de servicios de lucrar con el turismo que acude a presenciar sus rituales, como les sucedió a un grupo de amigos que visitaron Tulum.
En el mes de enero, estos amigos caminaban por las calles de Tulum, Quinta Roo, al tiempo que uno de ellos, Alain Guzmán Ortiz, grababa el recorrido en su celular.
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De pronto se encontraron con un grupo de personas caracterizadas como danzantes prehispánicos, quienes se dieron cuenta que eran grabados.
Al ser interceptados, los danzantes les ofrecieron su servicio de fotografía junto con una serpiente, mientras que les pedían una cantidad de 300 pesos por la fotografía.
“¿Cuánto? ¿Por qué tanto?”, preguntó el joven que grababa sin detenerse.
“300 (…) gracias por el video y por apoyarnos”, respondió la mujer al darse cuenta de que era filmada. Los demás compañeros de la mujer rodearon a los jóvenes para asustarlos si no accedían.
“A ver amigo, una foto, es un video, te lo regalo, venga préstame tu teléfono, yo te lo tomo”.
Luego de una breve discusión, los turistas se alejaron.
“Ni traes dinero, viejo”, le dijeron al final.
El video subido a las redes sociales acumula ya más de 3.7 millones de reproducciones y 247 mil 500 ‘me gusta’.
Los comentarios de los internautas reprochan la actitud de los supuestos danzantes y el alto costo que cobran a los turistas.