Édgar Veytia, que fuera fiscal de Nayarit entre el 2011 y 2017, hoy está tras las rejas cumpliendo una condena de 20 años de prisión por el crimen imputado de narcotráfico.
Él es el primer testigo que señala a miembros de gran jerarquía y, todo parece indicar que, no será el último. Es el día número nueve pero aún faltan muchas historias que contar.
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Su detención y juicio fueron pactados en el 2017; ahora está de vuelta ante el jurado de Brooklyn; pero no para ser acusado sino para acusar.
Y a quien señala en este caso es el ex presidente mexicano Felipe Calderón Hinojosa. Esta declaración es el vinculo que terminaría por dar algo de exoneración, al menos moral, a García Luna.
Pues aquí la realidad sería que Genaro García Luna estaría siendo el eslabón entre Felipe Calderón Hinojosa, Presidente, mientras áquel era el Secretario de Seguridad, estableciendo así que "simplemente" trataba de seguir la consigna del jefe.
¿Por qué Édgar Veytia fue arrestado y condenado?
Fue detenido el 27 de marzo del 2017 en el Puente Internacional Tijuana-San Diego en los Estados Unidos y fue acusado con los cargos de conspiración, distribución y fabricación de drogas; como heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana.
Tras su arresto, se destapó una serie de evidencias sobre la gran ola de terror desatada en el estado cuando él era fiscal. Secuestros, amenazas, extorsiones; incluso los testigos de aquel juicio dejaron evidencia de cómo los hombres de Veytia tomaban acciones desalmadas para conseguir propiedades para el entonces fiscal.
Lo condenaron el 26 de septiembre de 2019 a 20 años de prisión por el Tribunal Federal de Brooklyn, mismo lugar en el que ahora está siendo juzgado García Luna.
En su juicio, Édgar Veytia, se declaró culpable de las imputaciones; como recibir dinero del narcotráfico, apoyar expansiones de los grupos delictivos, hacer arreglos para evitar que fueran a prisión o liberarlos rápidamente; además de facilitarles el tráfico de las drogas hacia Estados Unidos.
Este juicio de Veytia y el del "Chapo" Guzmán dejaron abierta una fosa ficticia en la que las autoridades mexicanas de los regímenes anteriores no quedaron muy bien paradas; y ahora el de Genaro García Luna, sigue el mismo tenor. Solo falta esperar para conocer a los siguientes testigos y terminar de abrir la cloaca.