Después de varios análisis, la Profeco emitió una alerta en algunas marcas de yogurt griego por el uso de edulcorantes el cual no es nada recomendable en los niños, además de nutrientes y especificaciones que prometen y que no contienen.
Este mes, en su edición 562 de la Revista del Consumidor, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio de calidad en 25 marcas de yogur griego que se manejan en el mercado mexicano, esto con el objetivo de verificar y comprobar con las especificaciones el producto y con lo que prometen.
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En esta ocasión dicha institución destaca que, a diferencia del resto de los productos analizados para la publicación, el yogur griego no tiene una regulación definida en México por ninguna Norma Oficial Mexicana, así como ninguna denominación específica, por lo tal fueron analizados según la norma internacional CODEX STAN 243 2003, que “incluye al yogur griego dentro de la denominación de leches fermentadas concentradas, con un requerimiento mínimo de proteína del 5.6 por ciento”.
¿Cuáles fueron las marcas de yogur griego que no pasaron la prueba por la Profeco?
- Chonabi Zero Sugar sabor fresa (Estados Unidos) de 150 g. – Estevia y fruta del monje
- Lala Griego Zero sabor natural, bajo en grasa y sin azúcar añadido (México) de 120 g. – Sucralosa y acesulfame
- Vitalínea endulzado, deslactosado, bajo en grasa (México) de 125 g. – Estevia
Estos productos contiene mucha azúcar
- Lala Griego Frutos Rojos: 17.6 g y 4.6 g de proteína
- Lala Griego natural: 12.8 g y 5.3 g de proteína
- Yoplait Grie-go Red Mix: 9.9 g y 6.4 g de proteína
- Chonabi: 9.4 g y 6.9 g de proteína
- Yoplait: 8.9 g y 7.3 g de proteína
Los que ofrecen más proteína por menos azúcar son:
- Fage Total: 10.3 g de proteína y 2.9 g de azúcar
- Yoplait SKYR: 10.3 g de proteína y 4.4 g de azúcar
- Chobani: 9.7 g de proteína y 2.6 g de azúcar
- Yoplait SKYR Griego: 9.5 g de proteína y 4.6 g de azúcar
- Fage: 9 g de proteína y 2.8 g de azúcar
Estas son las recomendaciones que hace la Profeco a las personas en general
- Leer la etiqueta para conocer el contenido del yogur
- Revisar el contenido de azúcares
- Refrigerarlo debido a las bacterias vivas añadidas
- No consumir si el empaque está dañado o fuera de la fecha de caducidad