En esta época decembrina, uno de los platillos más populares en las mesas de las familias mexicanas son los reconocidísimos tamales, una receta que data desde hace más de 500 años y perdura hasta el día de hoy, colocándose como una de las comidas y cenas preferidas a la hora de conmemorar una festividad.
Con más de 500 años de antigüedad e historia, los tamales son un platillo favorito dentro de la gastronomía mexicana; con el paso de los años este platillo ha variado mucho.
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El origen de este platillo se remonta a la época prehispánica, el cual viene del vocablo “tamalli”, lo que significa “envuelto” en náhualt, el origen de esta receta ha sido tema de discusión, pues varios países se atribuyen este platillo, como Chile, Perú, Argentina y Bolivia.
Sin embargo, estudiosos del tema indican que esta receta tiene su origen en México, pues fue en este donde se originó el maíz, lo que resultaría como el origen del platillo.
La receta de este platillo, es la de una manta de masa maíz, sobre una hoja de este mismo o plátano, rellena de carne, pollo, chile, entre otros ingredientes, para ser envuelta y cocinada al vapor.
Variaciones del tamal
Su primera variación fue la utilización de la manteca y carne de puerco, ingredientes traídos por los españoles e implementados en la receta.
En Ciudad de México tiene una variación bastante curiosa y deliciosa, llamada “guajolota” o conocida como torta de tamal.
En San Luis Potosí, existe el zacahuil, tamales yucatecos, corundas en Michoacán y los sinaloenses rellenos de verduras.