SALUD

No todas las frutas se deben lavar antes de consumirlas; descubre el por qué

Algunas, será necesario que sean desinfectadas antes de comerlas para eliminar cualquier residuo de pesticidas, suciedad o bacterias que puedan haber quedado en la superficie

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Si creías que todas las frutas se deben de lavar para consumirlas, te tenemos una noticia: no todas se deben lavar después de comprarlas.

Algunas, será necesario que sean desinfectadas antes de comerlas para eliminar cualquier residuo de pesticidas, suciedad o bacterias que puedan haber quedado en la superficie.

Pero en otras no es conveniente hacerlo.

Las cinco frutas que no debes lavar antes de consumirlas:

Uvas

Cometemos un error si lavamos las uvas antes de consumirlas pues se corre el riesgo de que se vuelvan blandas y pierdan su textura característica.

El agua puede entrar en el hueco donde se encuentra la semilla, lo que puede diluir su sabor. Una alternativa es simplemente enjuagarlas con agua antes de consumirlas.

Fresas

Las fresas tienen muchas bacterias, pero al a vez son muy delicadas y absorben fácilmente el agua cuando se lavan. Esto puede hacer que pierdan su sabor y textura jugosa. Si necesitas limpiar las fresas, es mejor hacerlo justo antes de consumirlas y de manera delicada, asegurándote de no dejarlas en remojo.

Melones

Los melones, como el melón cantalupo, el melón miel y la sandía, tienen una cáscara rugosa y porosa que puede absorber fácilmente el agua. Esto puede diluir su sabor y hacer que la fruta se vuelva acuosa y menos dulce.

Duraznos

Al igual que con los melones, los duraznos y las nectarinas tienen una piel delicada que puede absorber el agua y volverse blandas y menos sabrosas.

Además, el agua puede penetrar a través del tallo del durazno y hacer que se pudra más rápido. En su lugar, puedes simplemente limpiarlos con un paño húmedo antes de comerlos.

Plátanos

Los plátanos tienen una piel gruesa que protege la fruta y evita la contaminación de su pulpa. Al lavarlos, se corre el riesgo de que el agua penetre a través de la piel y afecte su textura y sabor. Además, la humedad puede acelerar su proceso de maduración. Por lo tanto, es mejor mantenerlos limpios y secos hasta que estén listos para comer.