Tener una mascota en casa requiere de sus cuidados. Uno de ellos el saber qué árboles frutales tenemos en casa pues también, aunque no lo creas, algunos de estos pueden dañar a tu lomito hasta causarles la muerte.
Árboles frutales, como el limonero o el cerezo, el ciruelo, albaricoque, durazno, manzana y aguacate pueden tener elementos tóxicos que dañan a las mascotas.
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¿Cuáles árboles frutales son peligrosos para los perros?
Primero, es importante conocer el nombre y las características de los árboles frutales que poseemos en nuestra propiedad.
Segundo, se debe prestar atención a detalles como el color de las frutas, el diseño de las hojas y la forma en que están dispuestas en el árbol. Por ejemplo, los manzanos y los cerezos tienen una hoja simple.
Es recomendable tener un listado de los árboles frutales que pueden ser tóxicos para los perros, como el limonero, el cerezo, el albaricoquero, el durazno, el ciruelo, el aguacate y otros más. Hay que recordar que todos estos árboles pueden representar un riesgo para nuestros perros debido a sus frutas, ramas y hojas.
¿Que alimentos son tóxicos para los perros?
Los componentes tóxicos de los árboles frutales pueden variar dependiendo de la especie. Por ejemplo, el limonero contiene Limoneno, Linalool y Psoraleno, sustancias que pueden ser dañinas para los perros si se ingieren. Estos componentes tienen propiedades de insecticida natural, y pueden dañar el hígado de la mascota.
Otros árboles, como el aguacate, contiene persina, un fungicida que puede causar vómitos y diarrea en los perros. Los ciruelos y duraznos son peligrosos por las semillas, las cuales contienen cianuro.
Por otro lado, algunas especies de robles también pueden ser tóxicas para los perros, ya que sus hojas y bellotas contienen taninos, que pueden causar daños renales y hepáticos.
Consecuencias de la ingestión de frutas y hojas tóxicas para los perros
Las consecuencias de la ingestión de frutas y hojas tóxicas para los perros pueden variar dependiendo de la especie del árbol y la cantidad ingerida. Algunos perros pueden experimentar irritación intestinal o alergias. Casos más graves pueden conducir a intoxicación, que se manifiesta a través de diferentes síntomas:
Vómitos y diarrea: Son los signos más comunes de la ingestión de sustancias tóxicas.
Letargo: Los perros pueden mostrarse apáticos y menos activos de lo normal.
Pérdida del apetito: La ingestión de toxinas puede afectar el sistema digestivo y provocar una disminución en el deseo de comer.
Fallas respiratorias: Algunas toxinas, como el cianuro presente en las semillas y hojas del albaricoque, pueden afectar el sistema respiratorio del perro.
Es importante recordar que estos síntomas pueden variar dependiendo de las sustancias ingeridas y de la sensibilidad individual del perro.
En caso de sospecha de ingestión de frutas o hojas tóxicas, es esencial que se contacte a un veterinario de inmediato.