A través de los años las cachimbas: se convirtieron en los lugares de descanso favoritos de los traileros en México. Comúnmente se puede observar durante la noche a los lados de las carreteras decenas de camioneros estacionados.
Pero, ¿qué son estos lugares que con el tiempo ganaron tantos adeptos?
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Las famosas cachimbas
Camiones de todo tipo se estacionan alrededor de estas construcciones. En su mayoría son locales improvisados de madera con material.
Las cachimbas ya son parte de la cultura de los camioneros mexicanos y conductores de transporte de carga y el lugar en donde cualquier trailero hace una parada técnica para retomar energía antes de proseguir su jornada.
Varios choferes opinan que cuando dejan de trabajar en la carretera extrañan más estos locales que su camión o los caminos de asfalto.
Ya entrada la noche, estos sitios lucen oscuros y en silencio... por fuera. Muy pocos se imaginan que dentro de aquellos locales hay cientos de historias que contar, que se entrelazan al calor de un buen caldo o guiso.
Estos refugios, nocturnos por excelencia, son un respiro para los rudos trabajadores del volante, los recios conductores que manejan esos camiones gigantes, los "reyes de la carretera".
Lo que hay adentro
Las improvisadas casas, que son construidas con sobrantes de vigas de madera y pedazos de cartón de cajas, uno puede reconfortarse con alimentos como café, refrescos y alimentos básicos, incluso hasta diésel, gasolina y venta de unidades motrices. Muchos camioneros resaltan que giros negros como la prostitución y la venta de pastillas y estupefacientes complementan la economía de algunos de esos lugares.
El nombre les viene de la clásica práctica de echar diésel a un pequeño recipiente con una mecha encendida que dura toda la noche, una especie de faro carretero.
En el día los habitantes de las cachimbas también viven, piensan, sueñan, recuerdan y lamentan el tiempo pasado, los instantes perdidos, porque también tienen sentimientos y memoria; las manecillas del reloj también giran y tienen un significado para ellos.
A falta de energía eléctrica los choferes sufren de día y de noche el intenso clima extremo de varias regiones de la República Mexicana por lo que muchos optan por dormir en los camarotes de sus camiones, pero bien vale el sacrificio a cambio de un buen café, comida casera y una buena plática con compañeros de trabajo o las lugareñas que ahí trabajan.
Y así, a través de los años, las cachimbas se inmortalizaron, convirtiéndose en los lugares favoritos de los camioneros