En medio de las crisis hídrica en Monterrey, autoridades descubrieron un mercado negro del agua en Nuevo León, donde se roban con miles de pozos ilegales el agua, revendiendo el recurso a precios exageradamente altos para las personas en el territorio.
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Hasta el momento se han detectado cerca de mil pozos en propiedades de ranchos, quienes aprovechan la grave sequía para lucrar con el liquido vital vendiéndola a través de pipas y provocando cada vez menos la distribución equilibrada del recurso.
Por todo esto Alfonso Martínez Muñoz, secretario del Medio Ambiente local manifestó a los dueños de estos pozos estar tratando con un delito federal.
"Lo que hemos visto es que muchas personas aprovechan la crisis; por ejemplo, tienen un pozo de agua, pero no está registrado ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entonces, ven que hay necesidad de agua y llenan pipas y las venden a la gente. Está prohibido vender el agua, es un delito federal, otras personas lo que hacen es un pozo y de ahí ellos surten a otras casas, cuando hay una red de Agua y Drenaje que puede ser conectada", reveló el funcionario.
De acuerdo con las autoridades, estas tomas se ubican al interior de quintas o ranchos cuyos propietarios ofrecen el agua en venta a personas mediante pipas, las cuales se abastecen ilegalmente del recurso.
Clausuran tres pozos ilegales
En este marco, el Gobierno de Nuevo León, a través de la Dirección de Inspección de la Secretaría del Trabajo y en coordinación con Agua y Drenaje, llevaron a cabo la clausura de 3 pozos ilegales por no presentar la concesión y/o permiso de concesión de CONAGUA.
Dichas tomas fueron hechas para el riego de los panteones Jardín la Piedad, Jardín de los Ángeles y Nuevo Jardín los Ángeles (Tres Cruces) pertenecientes a la empresa PROTECTO DECO, ubicados en los municipios de Juárez, Marín y Apodaca.
Durante los operativos se lograron detectar uso de conexiones a la red de agua potable del Estado, mismas que llevaban a cisternas de agua con capacidad de más de 91 mil metros cúbicos.
La sequía ha provocado un mercado negro del agua en Nuevo León, donde se roban con miles de pozos ilegales el agua para revenderla a precios inflados a las personas necesitadas del vital líquido.
Jesús García