Después del incidente ocurrido el día de ayer en un refugio de perros en la delegación Xochimilco en la Ciudad de México, es bueno recordar que, pese a la adversidad, los nobles corazones siempre salen a relucir. Otro refugio para perros fue protagonista de la historia de Simón, un perrito dejado en el albergue Pegatuzoo por su pequeño dueño, el cual no podía hacerse cargo de él.
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El albergue Pegatuzoo, ubicado en la Colonia Vicente Guerrero, en el municipio Nicolás Romero, Estado de México, recibió a Simón, un perrito callejero que fue dejado por su dueño, un pequeño niño que no podía tenerlo en casa, debido a la negativa de su padre para mantenerlo y hacerse cargo de él.
A través de una carta dejada por el dueño, los dueños del refugio conocieron la situación de Simon, la cual fue compartida en las redes sociales de la asociación.
"Te dejo a Simón, es mi perro, no quiero que mi papá le pegue, llora mucho porque no hay comida, te dejo mis ahorros para sus tortillas. No le peguen porque mi papá le pega mucho, Simón come mucho. No se lo lleven, cuando crezca vuelvo por Simón" escribió el menor de edad en la misiva.
La madurez mostrada por el menor al entregar a su perrito para tener una vida digna, conmocionó a más de uno en el lugar, pues la promesa mostrada era una hecha desde el corazón, con amor y esperanza.
A su vez, el refugio trató de contactar al pequeño para informarle su buen estado en el lugar, además de permitir sus visitas por ser tan buen dueño de un perrito blanco como él.
"Estoy buscando al dueño de Simón, tu perro está bien y puedes venir cuando gustes, es un perro lindo... Busco a su dueño para ayudarlo , así como a su familia. Todo puede estar mejor" menciona el post del albergue Pegatuzoo.
Promesa cumplida
Desde que el niño dejó a Simón en el refugio, las visitas no pararon para el lomito, quien ve de vez en cuando a su dueño a través de las cartas que este le escribe, además de recibir comida de su parte, tortillas ricas que come con gusto.
La pandemia por la covid-19 no permite que su dueño lo vaya a ver, sin embargo, una carta dejada le explica la situación y del porqué cesaron sus encuentros.
"Hola Simón, no puedo verte por el covid, mi papá no me deja salir, te mando tu comida y tres pesos. Mi papá no tiene trabajo, pórtate bien te extraño" compartió la publicación del Albergue Pegatuzoo.
Sin duda el amor de este perrito y su dueño trasciende las paredes de este refugio para perros; Simón y su casa, el albergue Pegatuzoo es ahora lugar de una tierna historia de amistad y lealtad.
Jesús García