MITOS DE MÉXICO

El día que 'El Niño Fidencio' sanó a un Presidente de México y lo catapultó a la fama

El Niño Fidencio, el más famoso curandero mexicano del siglo XX, curó de sus males a uno de los presidentes de México, lo que provocó que su fama de "milagroso" trascendiera fronteras.

Curar a un presidente de México lo hizo inmensamente famoso
Niño Fidencio.Curar a un presidente de México lo hizo inmensamente famosoCréditos: Internet
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'El Niño Fidencio' sanó a un Presidente de México y su acción le valió que su fama se hiciera internacional y se volviera una de las personas más famosas e influyentes de principios del siglo pasado.

De esta manera se convirtió en el curandero más famoso de México y su fama regional de "milagroso" trascendiera fronteras.

El importante político , quien no era otro más que El Presidente de México, Plutarco Elías Calles, enfrentaba un sufrimiento en secreto. Los médicos más famosos de la República no lograron sanarlo. Unos especialistas decían que era lepra, otros más aseguraban que era herpes.

El Presidente de México visita al Niño Fidencio

La hija del Ejecutivo también padecía el mismo mal y los dos visitaron a los médicos más reputados de la época y ninguno lograba devolverle la salud.

Por alguna razón, alguien le habló de un curandero al que la iglesia católica veía con recelo, su nombre popular era Niño Fidencio,

José de Jesús Fidencio Sintora Constantino era el nombre completo del curandero, pero sus simpatizantes le empezaron a decir 'Niño Fidencio' por su cuerpo lampiño, voz suave, rasgos de infante y sus modos simples para curar.

El presidente más poderoso de México tomó el tren El Olivo rumbo a la estación Espinazo, muy cerca de Monterrey, Nuevo León.

En ese poblado rural vivía el famoso curandero que era famoso en la región por supuestamente hacer cirugías sin dolor usando solo vidrios provenientes de botellas rotas, lodo, cantos y masajes, entre sus remedios más frecuentes.

Según habitantes de El Espinazo fue el propio Niño Fidencio quien recibió al Presidente y su familia en la estación de tren, lo saludó de mano, se dieron un abrazo y se fueron a la casa del curandero en medio de la muchedumbre.

Testigos de la supuesta curación de Elías Calles narran el momento:

“El niño le untó miel de abeja, lo dejó en un cuarto. El presidente, incrédulo, le dijo que había viajado desde muy lejos como para que solo le pusieran miel. Pero después de unas horas ya estaba curado”.

La visita y supuesta curación del presidente Calles, aumentó de manera exponencial la fama del sanador.

Los medios de comunicación del País y Estados Unidos publicaron ilustraciones y fotos del Niño Fidencio ataviado de una túnica y un resplandor alrededor de su figura semejante al de la Virgen de Guadalupe.

Los reporteros de esa época registraron las multitudes de enfermos que comenzaron a llegar en pequeños grupos de visitantes y más tarde un mayor número de creyentes arribaban a El Espinazo.

Los periodistas publicaron en diversos medios los múltiples tratamientos usados por el curandero para "curar" a sus seguidores.

La gente de ambos lados de la frontera y de estados como Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Arizona y sur de Texas llegaron para recuperar su salud mediante las "sanaciones" de Fidencio.

A la par de sus seguidores también aumentaron sus detractores, especialmente de especialistas en medicina que no tardaron en calificarlo de charlatán, sobre todo cuando personajes de mucho dinero y poder empezó a recurrir a la ayuda del Niño Fidencio para poder curarse de sus males.

José Fidencio Síntora Constantino, murió en 1938 en El Espinazo. Tras su muerte suss eguidores fundaron la Iglesia Fidencista Cristiana en la misma población donde supuestamente curó a miles de personas.

Actualmente, en El Espinazo existen curanderos que actúan como mediums del personaje fallecido. Ellos aseguran que el Niño Fidencio, quien sanó a un Presidente de México, se autonombran como “materia” o “cajitas”.