Las dos niñas arrestadas el 9 de septiembre por la policía de Laredo acusadas de amenazar con hacer disparos dentro de una escuela, fueron puestas en libertad y bajo la tutela de sus padres.
Las dos menores de 12 años estuvieron 10 días detenidas en la Villa Juvenil del Condado por cargos de amenazas terroristas y por interrumpir clases al provocar la suspensión de labores en la secundaria Cigarroa.
Marco Montemayor, Abogado del Condado de Webb, dijo que en una audiencia ante la Juez Juvenil Leticia Martínez, se tomó la decisión de liberarlas bajo reservas y bajo la responsabilidad de sus padres.
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El funcionario refirió que las investigaciones sobre este caso siguen adelante y resaltó que los cargos criminales contra las dos menores son graves ya que recibieron acusaciones de lanzar amenazas contra una escuela, un delito clasificado en grado menor pero están pendientes otros cargos de felonía bajo las leyes de Texas.
Aunque las niñas ya quedaron en libertad de la Villa Juvenil, aún deben enfrentar consecuencias y medidas disciplinarias por parte de oficiales del Distrito Escolar Independiente de Laredo (LISD) ya que pueden ser enviadas a una escuela alternativa para infractores.
Las dos niñas, ambas estudiantes de la secundaria Cigarroa, usaron las redes sociales para lanzar amenazas señalando que iban a disparar contra estudiantes y maestros.
Las dos menores fueron arrestadas en sus casas la mañana del lunes 9 de septiembre al realizar una investigación especial tras confesar que ellas amenazaron con entrar a dicho plantel para realizar disparos.
La amenaza fue reportada a la policía de Laredo el domingo 8 a las 11.45 de la noche por un padre de familia y esto activó una investigación y una alerta inmediata.
“Un padre de familia nos llamó, nos mandó pantallas con publicaciones que se hicieron en una plataforma de redes sociales y ahí se inició la investigación por parte de nuestros analistas de redes”, dijo el Jefe de Policía Miguel Rodríguez.
Al seguir con las investigaciones, la policía de Laredo y del distrito escolar catearon tres casas, descubrieron que fueron dos niñas las que hicieron las amenazas y las detuvieron con la colaboración de sus papás.
“Ellas terminaron por confesar que efectivamente hicieron las amenazas de disparos y procedimos a su detención”, indicó.
El jefe de policía dijo que según sus confesiones, ellas lo hicieron por juego pero las autoridades no lo toman como broma y se procede legalmente.
“Hacer este tipo de juegos tiene consecuencias, nosotros lo tomamos muy en serio y el arresto de estas niñas es un claro ejemplo”, afirmó.