Los ladrones que allanan vehículos, no saben, ni reparan en averiguar qué contiene esa mochila dejada en el asiento trasero del auto o en la vagoneta, ellos ven la oportunidad y la toman.
El regreso a clases de más de 70 mil laredenses esta semana, entre prekínder y universidad, significa millares de bolsas o morrales con libros, dejados dentro de un automotor, solo son cuadernos, carpetas o libros, pero para los rateros, posiblemente son tablets electrónicas, laptops, celulares o cualquier otro artículo de valor.
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“Los delincuentes ni se molestan, ni pierden el tiempo en revisar una mochila, antes de llevársela de un auto, por eso no es bueno que los chicos dejen esta prendas en el interior de los vehículos, los menores al fin inocentes y desconocedores, saben que son sólo libros y cosas de la escuela, los bandidos no”, dijo Gina Gonzales, detective de la Fuerza de Tarea Contra el Robo de Autos de la Policía de Laredo.
Los padres de familia que no deseen sufrir un allanamiento en sus automóviles, deben explicarle a sus hijos que no deben dejarlas en el auto, a la vez que los mismos adultos revisar que no se dejen estas alforjas escolares cuando recogen a sus menores de los centros educativos.
“Y recuerden, que todos en la familia, chicos y grandes, no debemos dejar ningún artículo de valor, cerrar el vehículo y verificar que se está en poder de las llaves, así se evitan muchos allanamientos y robos”, concluyó la mujer policía.